Los 'okupas' dejarán la masía Torreblanca de Sant Cugat en septiembre
La masía Torreblanca, en Sant Cugat del Vallès, se convertirá probablemente en un equipamiento municipal. El Ayuntamiento y el Consejo Local de Jóvenes de la población han llegado a un acuerdo para determinar el uso del edificio, que actualmente se encuentra en manos de un colectivo de okupas que hace dos años lo convirtió en un centro social. Si se firma el acuerdo, los okupas abandonarán la masía en septiembre.
La falta de equipamientos es una antigua reivindicación de los jóvenes de Sant Cugat que, agrupados en una veintena de entidades, constituyeron en junio pasado el Consejo Local de Jóvenes, del que también forma parte la Asamblea de Okupas. A partir de ahí, comenzaron las reuniones entre representantes del Ayuntamiento y el consejo.
Las partes han llegado esta semana a un acuerdo según el cual el consejo elaborará un proyecto de uso del espacio y posteriormente gestionará la programación de actividades.
La concejal de Servicios Personales, Àngels Ponsa, afirmó ayer que 'se está en el buen camino para llegar a un acuerdo definitivo' y se comprometió a retirar la demanda de desalojo interpuesta contra los okupas.
Una de las okupas de la masía, Aina Gallego, explicó ayer que entienden la solución adoptada como 'una de las maneras de resolver las demandas de los jóvenes'. Aun así, explicó que el pacto soluciona una demanda 'muy concreta' y que no se debe extrapolar a las peticiones de otras casas ocupadas.
El acuerdo también prevé la creación, en octubre, de un taller ocupacional para limpiar el edificio y comenzar las tareas de rehabilitación.
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