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El municipio proyecta por 'enésima vez' cerrar a los coches la Casa de Campo, excepto en horas punta

Antonio Jiménez Barca

El concejal de Tráfico, Sigfrido Herráez, del PP, es partidario de cerrar parcialmente la Casa de Campo a la circulación y permitir sólo un acceso restringido de automóviles. 'Lo ideal sería que se permitiera la entrada de coches de paso [los que utilizan la zona verde como atajo para llegar a la ciudad] sólo a horas punta', señala el edil. No es la primera vez que el Ayuntamiento expresa su voluntad de restringir el tráfico en esta zona verde de la capital. El año pasado, también en agosto, la tercera teniente de alcalde y concejal de Policía, María Tardón, señaló lo mismo, sin que la medida se pusiera en práctica. 'Desde hace 10 años llevan diciendo lo mismo. Y ésta es el enésima vez que prometen algo que no quieren abordar de verdad', denunció Cristina Narbona, portavoz adjunta del PSOE.

Herráez mantuvo ayer una reunión con el concejal de Medio Ambiente, Adriano García-Loy-gorri, para discutir este punto. 'Le he explicado a García-Loy-gorri que desde el punto de vista de la circulación, bastaría con habilitar el paso de los coches que entran a Madrid utilizando la Casa de Campo tres horas por la mañana y dos por la tarde', añade el edil.

El próximo 23 de septiembre, fecha en que se celebra en las ciudades europeas el Día sin Coches, el Ayuntamiento sólo permitirá el paso de coches por la Casa de Campo a determinadas horas. Idéntica iniciativa se tomó el año pasado. Entonces, el 21 de agosto, la tercera teniente de alcalde manifestó que la celebración del Día sin Coches, el 22 de septiembre de 2000, serviría de experimento para dilucidar un cierre ya aplicable el resto del año. El experimento se saldó sin respuesta.

El equipo de gobierno del alcalde, José María Álvarez del Manzano, debe afrontar el cierre parcial al tráfico de la Casa de Campo con un ojo en otro problema distinto al de la circulación o al medio ambiente: el de la prostitución. Más de 800 mujeres ejercen la prostitución diariamente en el parque. Tanto el edil de Medio Ambiente como el de Tráfico son conscientes de que si se cierra al tráfico la Casa de Campo las prostitutas se trasladarán a otra zona. 'Por eso todo esto hay que hacerlo con sumo cuidado', aseguró Herráez. Por otro lado, desde el gobierno municipal también son conscientes de que si no se cierra el paso de coches a este parque, la prostitución nunca desaparecerá de ahí. Es más, cada año aumenta el número de mujeres que la ejercen y las protestas de los vecinos de la zona.

Narbona propone que se cierre 'completamente' al tráfico privado la Casa de Campo todos los sábados y los domingos y el resto de la semana, entre las ocho y las diez de la mañana.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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