Un incendio arrasa 3.000 hectáreas de pino y monte bajo en la zona de los Mallos de Riglos de Huesca

Los rayos caídos en Aragón durante las últimas tormentas han provocado varios incendios forestales que han obligado a evacuar a 200 personas de varias localidades, que de momento no pueden regresar a sus casas a causa de la violencia del fuego. El más grave de todos, que anoche continuaba activo, arrasó la zona de los Mallos de Riglos, en el prepirineo de Huesca, y avanzaba en dos frentes hacia el pantano de La Peña y la zona del castillo de Loarre.

La chispa que prendió el rayo de una tormenta seca desatada en los montes de la localidad de Linás se convirtió, ayudada por el viento y las altas temperaturas, en un pavoroso incendio que ayer llevaba arrasadas más de 3.000 hectáreas y obligó a desalojar el miércoles por la noche las localidades de Riglos, Sarsamarcuello y Linás. Los vecinos fueron trasladados al polideportivo de Ayerbe, donde permanecieron durante todo el día.

El presidente aragonés, Marcelino Iglesias, que se desplazó ayer por la mañana a la zona, estuvo con los vecinos. La desolación era patente, sus casas se habían salvado, pero el paraje había quedado arrasado. Las llamas estuvieron a menos de 100 metros de las casas de un pueblo de apenas 100 vecinos que duplica su población en verano. El fuego cruzó la línea del ferrocarril de Canfranc, quemó parte del apeadero, la ermita y la buitrera, una reserva natural de estas aves que probablemente han muerto asfixiadas por la rapidez con que prendieron las llamas.

En la localidad de Linás también fueron evacuados sus 28 vecinos. Todos fueron desalojados excepto una anciana que pasó la noche en el pueblo. La mujer cerró las ventanas y fue evacuada por la Guardia Civil ayer por la mañana. Afortunadamente ninguna persona ha sufrido daños y las casas se han salvado, pero no los bellísimos parajes del Reino de los Mallos o las abruptas hoces de la Foz de Escaletes, pobladas de pino, quejido y matorral, en la zona del pantano de La Peña, hacia donde se dirigía ayer el incendio. Otro de los focos avanzaba hacia la zona del castillo de Loarre, aunque estaba mejor controlado por la tarde

En las tareas de extinción participan siete retenes de forestales de Ayerbe, Barbastro, Biel, Sigues, Enate y Adahuesca, bomberos de Zaragoza y Huesca, tres avionetas, dos helicópteros y dos Hidroaviones.

Las tormentas secas provocaron ayer en Aragón otros dos incendios, uno en Villanueva de Gállego, en Zaragoza, que prendió unas 70 hectáreas de bosque de gran riqueza ecológica y que quedó controlado por la mañana, y otro más en Huesca en la zona del Alto Rapitán, que prendió apenas cuatro hectáreas y pudo ser controlado.

Por otro lado, en la comunidad de Castillla y León, un nuevo incendio asoló durante la noche del miércoles al jueves 300 hectáreas de rastrojo en la localidad salmantina de Cabeza de Caballo, localidad situada en el futuro parque natural de los Arribes del Duero, y después de haber sido controlado el que acabó con 2.130 hectáreas en otros cuatro municipios de la comarca.

Ayer se hallaban controlados los dos incendios abiertos en Alava, que han arrasado 230 hectáreas de monte, y el declarado en la localidad leridana de La Floresta, que destruyó otras 130 hectáreas de masa forestal .