Mujeres Progresistas dice que desde el Ayuntamiento de El Ejido se ha institucionalizado el 'apartheid'

La asociación Mujeres Progresistas de El Ejido presentó ayer un duro informe sobre la inmigración en el municipio, en el que denuncian que 'los políticos no están interesados en absoluto en tratar a los trabajadores inmigrantes como un bien para nuestra sociedad y utilizan el hecho de la inmigración para obtener votos creando alarma y fractura social'.

El informe es especialmente demoledor cuando se refiere a la política migratoria del Partido Popular -que gobierna en el Ayuntamiento de El Ejido- al que acusa de haber establecido un sistema de apartheid y de fomentar que 'la mayoría de los ciudadanos de El Ejido consideren como normal la segregación racial'.

Según este informe, que lleva por título La retórica de nuestros opresores, 'el pensamiento único racista, segregacionista y esclavista presenta una autocontradicción en la sociedad ejidense. Por un lado ha creado una pésima imagen de El Ejido a nivel mundial y eso afecta a los ciudadanos españoles y a sus negocios. Y por otro lado, ese pensamiento único de fractura social es el que dan los políticos del PP y es mayoritariamente apoyado en las elecciones'.

El estudio, basado en la experiencia de la asociación con los inmigrantes a los que atiende diariamente en su sede de El Ejido, hace especial hincapié en la existencia de mafias que trafican con seres humanos. Según los datos recabados por Mujeres Progresistas 'un viaje de Marruecos a Algeciras en patera para un trabajador indocumentado puede alcanzar las 250.000 pesetas. El traslado por carretera desde Algeciras hasta El Ejido cuesta unas 180.000'.

El tema de la prostitución es otro de los aspectos sobre los que advierte esta asociación, que asegura que: 'El 70% de las prostitutas de Almería son inmigrantes. Algunas de ellas vienen con sus hijos pequeños huyendo de la pobreza y encuentran la miseria'.

El panorama que dibuja Mujeres Progresistas es desolador. Así, constatan que, 'después de los ataques racistas del año 2000, El Ejido sigue igual. No ha habido depuración de responsabilidades por aquellos graves hechos. El racismo social está latente en las instituciones públicas y vivir en estas circunstancias es muy difícil para los inmigrantes y para las personas que trabajamos con ellos, porque el trato cotidiano es una lucha constante por la falta de libertad, respeto y tolerancia hacia los que pensamos diferente'.

Una de las conclusiones del informe es que 'el Ayuntamiento de El Ejido sigue obstaculizando la vida del inmigrante, segregándole y considerándole como una herramienta de trabajo. Y sigue fomentando el enfrentamiento social, lo que ocurre tanto con las declaraciones del alcalde [el popular Juan Enciso] como con las de algunos medios de comunicación y miembros de asociaciones de empresarios'.