La UE cierra un pacto pesquero con Mauritania tras el fracaso con Rabat

El antecedente del fracasado acuerdo de pesca entre la UE y Marruecos ponía las cosas bastante difíciles a los negociadores europeos. Por eso, el comisario europeo de Pesca, Franz Fischler, no ocultó ayer su satisfacción por el resultado de las negociaciones con Mauritania: por un lado, se logra un marco de estabilidad para la flota que faena en esas aguas para los próximos cinco años y, por otro, se dan alternativas de pesca 'a un número razonable' de buques que permanecen amarrados a puerto por falta de convenio con Marruecos.

El nuevo acuerdo pesquero con Mauritania, que se cerró de madrugada tras cuatro rondas de negociación, permitirá seguir faenando a barcos de España -principalmente gallegos y canarios-, Italia, Portugal, Francia, Grecia, Holanda, Alemania e Irlanda. La Comisión Europea explica que se ha conseguido un aumento de las oportunidades de pesca para la flota comunitaria en los segmentos dedicados a las capturas de cefalópodos, crustáceos -excepto langosta, que se reduce- y al atún. Se mantienen las capturas para la merluza y se reducen las posibilidades de pesca para las especies pelágicas.

Los Estados miembros que se beneficiarán del nuevo tratado tienen ahora que acordar los criterios de reparto del incremento de la capacidad de pesca en aguas mauritanas.

La UE tendrá que compensar con 430 millones de euros (71.545 millones de pesetas) el acceso de estos buques europeos al caladero mauritano hasta el 31 de julio de 2006, lo que representa un aumento del 62% de la contribución financiera europea. El anterior acuerdo, de 1987, se cerró a cambio de sólo 266,8 millones de euros. Los servicios de la Comisión Europea justifican este incremento de la compensación financiera por la mejora de las posibilidades de pesca y para favorecer el desarrollo del sector pesquero mauritano.

Bruselas pone, además, especialmente énfasis en el hecho de que gracias a este acuerdo se darán alternativas de pesca a algunos barcos cefalopoderos que faenaban bajo el paraguas del acuerdo marroquí.

Nuevos repartos

De esta forma, a los 39 buques españoles dedicados al cefalópodo en las aguas mauritanas (sobre un total de 42) se le podrán sumar entre cinco y 10 barcos (sobre un total de 55) en función de cómo los Estados miembros establezcan el reparto. En el caso de los atuneros, a los 29 actuales (sobre un total de 57) se le podrán incorporar hasta cinco más (sobre un total de 67) gracias al nuevo acuerdo. La reducción para las especies pelágicas no afecta a la flota española y se hace para reflejar el número real de barcos que se dedican a este arte.

Tras la pérdida para los barcos comunitarios del caladero marroquí, el acuerdo con Mauritania se convierte en el más importante que la UE alcanza con un país tercero. 'Estamos respondiendo así a nuestro compromiso de dar alternativas a los barcos que faenaban en el caladero marroquí, pero hay que ser realistas: las posibilidades eran muy limitadas para hacer en Mauritania una redistribución general de la flota que operaba en Marruecos', explicó un portavoz. La vistas de Bruselas están puestas ahora en las negociaciones con Senegal.

En España, el nuevo tratado con Mauritania fue acogido con satisfacción por el ministro de Agricultura y Pesca, Miguel Arias Cañete, quien aseguró que se aumentan la posiblidades de pesca de forma razonable para la flota comunitaria.

Para el sector pesquero español, la renovación del acuerdo con Mauritania es positiva, sobre todo de cara a la consecución de tratados con otros países, pero, en unas declaraciones recogidas por la agencia de noticias Efe, fuentes pesqueras también advirtieron de que la ampliación de posibilidades para la flota es pequeña.