La 'catedral' de la escena ya tiene maqueta
La Comunidad de Madrid invertirá 10.300 millones de pesetas en el Teatro del Canal, obra de Navaro Baldeweg
La vista aérea de la capital lucirá, en el año 2003, un nuevo elemento colorista y enorme, una 'catedral' de las artes escénicas en tres colores, como una bandera: rojo, plata y negro humo. El Teatro del Canal, que de eso se trata, pretende ser una insignia de la vanguardia arquitectónica en Europa. De momento, existe sólo en miniatura, en una maqueta que ayer presentó el presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón. Su artífice es el arquitecto santanderino Juan Navarro Baldeweg, que es el padre del futuro Teatro del Canal, después de que, el pasado verano, un jurado eligiese su propuesta por unanimidad, frente a las de cuatro 'maestros de la arquitectura del siglo XXI', según la consejera de Cultura, Alicia Moreno. Navarro dispone ahora de ocho meses para elaborar el proyecto de construcción de un teatro de fuste, en el que la Comunidad de Madrid invertirá 10.300 millones de pesetas. Este edificio de vanguardia para el teatro y la danza estará en el cruce de las calles de Bravo Murillo y Cea Bermúdez, en Chamberí.
Será 'un edificio emblemático, con carácter polivalente e instalaciones vanguardistas'
Al concurso de ideas propulsado por el Gobierno regional se apuntaron en principio seis arquitectos, pero el portugués Álvaro Siza abandonó al poco, por escasez de tiempo. Así que los miembros del jurado decidieron la base estética del Teatro del Canal entre cinco propuestas. Venció, por unanimidad, la visión del santanderino Juan Navarro Baldeweg, premio Nacional de Artes Plásticas en 1990 y autor de la biblioteca pública de San Francisco el Grande y del centro cultural de Villanueva de la Cañada, por citar algunos ejemplos de sus creaciones en la región madrileña. Este artista de 60 años deberá ahora levantar 'un edificio emblemático para Madrid, con carácter polivalente, que ofrezca unas instalaciones vanguardistas al teatro y la danza españoles', según los responsables del jurado.
El lugar designado para esta sede de artes escénicas es una parcela de 8.750 metros cuadrados entre las calles de Bravo Murillo y Cea Bermúdez, aunque la edificabilidad prevista es de 25.000 metros cuadrados, según la consejera de Cultura, Alicia Moreno. Dispondrá de tres piezas básicas. La principal es un gran teatro con capacidad para 900 espectadores, 'todos privilegiados en cuanto a visibilidad y acercamiento al espectáculo, con un gran escenario de 14 metros de boca, 40 de pared a pared, un fondo de escena de 20 metros y un foso próximo a los siete metros', a juzgar por el boceto ganador.
La sala polivalente -con escenario móvil y aforo de 500 butacas- 'dispondrá de un techo técnico, de forma que la función pueda desarrollarse según las necesidades y propuestas artísticas de los creadores y que pueda colocarse el escenario en varios puntos de la sala'. Y la tercera estancia es el centro coreográfico, 'una vieja y justa petición de los representantes del mundo de la danza', en opinión de la consejera, con aulas, camerinos, estudios, salas de entrenamiento y vídeo, y oficinas de documentación y promoción de la danza.
El material predominante en el edificio será 'el cristal en parte opaco y en parte traslúcido; los opacos son de color negro, rojo y plata, con una apariencia mate', como apunta el arquitecto en su ejercicio de ideas. La fachada principal limitará con la estación de metro de Canal y con un aparcamiento grande, mientras que la zona de carga y descarga se ubicará en la calle de Bravo Murillo.
Navarro Baldeweg tiene ocho meses para confeccionar el proyecto al detalle y convertir lo redactado en un verdadero 'emblema para Madrid', según Alicia Moreno. 'Cuando yo era responsable del Festival de Otoño, se nos quedaban muchas actuaciones en el tintero por falta de sitio en la región', señaló ayer la consejera. 'Creo que un proyecto valiente y propio de la arquitectura del siglo XXI como éste, nos sacará de los puestos de atrás que ocupamos en cuanto a infraestructuras', añadió, al tiempo que reconoció que el edificio en ciernes 'no será suficiente, pero al menos es un gran paso'. El Gobierno regional pondrá en juego 10.300 millones de pesetas y confía en que el nuevo teatro comience a funcionar en el año 2003. Entre tanto, el Ejecutivo autonómico seguirá utilizando el teatro Albéniz como sede de la mayoría de espectáculos de danza. El contrato que mantiene la dirección del Albéniz con los responsables de la Consejería de Cultura se renueva cada año, aunque ahora se están planteando una revisión definitiva que cubra los tres años que quedan hasta que se inaugure el Teatro del Canal. 'A partir de ese momento, se verá lo que hacemos', concluyó el director de Promoción Cultural, Manuel Pérez Aguilar.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.