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Un policía local de Alpedrete apalea a un vecino por ser homosexual

El agente ofreció su revólver a la víctima para que 'se suicidara'

F. Javier Barroso

El enfrentamiento entre Díaz y el agente 03 viene desde mayo, cuando el primero llamó a la Policía Local de Alpedrete y pidió la presencia de una patrulla en su calle. Solicitaba que los agentes intercedieran para que cesaran los ruidos de un bar que le impedía dormir. Según el denunciante, el policía explicó a las personas a las que había mandado callar que habían sido denunciadas por Díaz y su compañero, a los que calificó de 'los dos maricones que han venido nuevos al barrio'.

Díaz acudió al día siguiente al juzgado de guardia de Collado Villalba y denunció que el agente 03 facilitase su identidad y su opción sexual, por lo que se inició un procedimiento. Díaz también pidió a la corporación municipal de Alpedrete que abriera un expediente informativo al policía.

El acoso por parte del agente 03 ha sido continuo desde entonces, según Díaz. Éste asegura que cada vez que sale a pasear con Jesús, su compañero sentimental, el policía les sigue en su coche privado. Cuando está de servicio se pone cerca de ellos y no deja de observar todos sus movimientos. 'Durante la hora y media que estamos en el parque, no patrulla otras zonas que pueden sufrir atracos o robos como los que se están dando en la zona', critica el vecino de Alpedrete.

Llamada al móvil El pasado lunes, sin embargo, las cosas llegaron al límite. Díaz recibió en su teléfono móvil una llamada del agente 03, que le pidió que se presentase 'cuanto antes' en la sede de la Policía Local. El vecino le dijo que estaba en el parque de la estación con su perro y que, tras dejarlo en casa, acudiría. Cuando llegó a su domicilio, en la urbanización Alpesierra, se topó con que el policía estaba aporreando la puerta y pedía al resto de convecinos que abrieran el portal. Jesús, el compañero de Díaz, le preguntó si podía acompañarle, a lo que el policía le respondió que le sería bueno, ya que así 'tendría un testigo'.

Nada más entrar en la sede de la Policía Local, el agente 03 cerró las dos puertas de acceso con llave. A renglón seguido, le propinó un puñetazo, según el relato de Díaz, que le produjo la rotura de dos dientes. La fuerza del choque hizo que se golpeara la cabeza contra la pared. 'Eres una maricona que no te dan por culo', le dijo el agente a Díaz, según consta en la denuncia. El compañero del policía, el agente con número de placa 010, se asustó ante la reacción de su compañero. Le intentó coger por el brazo, pero el otro se zafó y le siguió insultando y amenazando: 'Te voy a matar. Te voy a enterrar en la cantera. En el pueblo sobras tú o yo, hijo de puta'. El policía 010 llegó a llevar la mano a su revólver ante el cariz que tomaban los acontecimientos.

Díaz marcó desde su teléfono móvil el 062 de la Guardia Civil para intentar que alguien le auxiliara al oír los gritos. El agente no le dejaba hablar, por lo que esta maniobra resultó infructuosa. El agredido pidió permiso para fumar, a lo que el agente 03 le dijo que sí y que aprovechara para autolesionarse. 'A la vez se saca el revólver de su funda y le hace el gesto de entrega y le dice: 'Toma, anda, pégate un tiro en la caja de los sesos y suicídate', relata la denuncia del agredido.

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El agente 010 llamó por teléfono al cabo Ramón González y le pidió que acudiera cuanto antes a las dependencias policiales. Éste les dijo a Díaz y a su compañero que se podían marchar, porque no estaban retenidos ni detenidos. Díaz pidió entonces al cabo que confiscara el arma reglamentaria al policía 03, porque presentaba un estado de embriaguez extrema y suponía un riesgo para la integridad física de las personas. González rechazó esta petición.

Tras salir de la sede policial, Díaz se dirigió al cuartel de la Guardia Civil de Collado Villalba y denunció la agresión. Allí pidió protección policial, ya que teme por su integridad. En principio, se la denegaron. Después acudió al centro de salud de esa localidad, donde le extendieron un parte médico. Allí le apreciaron golpes por el cuerpo, en especial en el hombro izquierdo, y la rotura de dos dientes. Le prescribieron Nolotil cada seis horas.

El vecino de Alpedrete Luciano Díaz del Pino, delante de la sede de la Policía Local, ayer al mediodía.
El vecino de Alpedrete Luciano Díaz del Pino, delante de la sede de la Policía Local, ayer al mediodía.F. J. B.

Silencio en el Ayuntamiento

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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