Botín confía en la marcha de Amusátegui sin necesidad de iniciar una negociación

José María Amusátegui envió mensajes el lunes pasado al otro presidente del BSCH, Emilio Botín, para un posible acercamiento y cerrar la crisis que vive la entidad. Ayer, los ánimos se enfriaron. No hubo respuesta alguna por parte del entorno de Botín. Fuentes cercanas a éste sostienen que su intención es que Amusátegui adelante el abandono de la presidencia 'con discreción' y sin afectar a la buena marcha de la entidad.

Según las fuentes consultadas, los acerados ataques verbales de la semana pasada han dado lugar a una cierta calma que, a su juicio, puede ser la antesala de un acuerdo entre las partes. Es posible, en ese sentido, un encuentro entre Botín y Amusátegui para facilitar la pacificación. El abandono de Amusátegui se circunscribiría a los términos previstos para su jubilación. El único gesto que parece dispuesto a realizar Emilio Botín es facilitar una salida honrosa al copresidente, siempre que se vaya en un plazo cercano, como puede ser el consejo del 24 de septiembre. Esto supondría adelantar seis meses la fecha acordada en la fusión.

Fuentes cercanas a los consejeros nombrados por el Santander aclaran que 'reafirmar el papel ejecutivo de Ángel Corcóstegui, vicepresidente y consejero delegado, no es algo que esté en la negociación, ya que así se acordó en el consejo del 26 de junio y sigue totalmente vigente'. Esas fuentes también comentan que Amusátegui está perdiendo día a día apoyos entre los consejeros del BCH, a la vez que se le ha cerrado cualquier apelación al Banco de España o al Gobierno.

Desde el equipo próximo a Amusátegui se comenta que el copresidente no abandonará su puesto hasta que no esté garantizado que se respetarán los acuerdos de fusión, es decir, que se establezcan mecanismos para que no se socave el poder ejecutivo de Corcóstegui y de los ejecutivos originarios del BCH. 'Decir que se va a respetar el acuerdo del consejo de junio no es suficiente porque Luis Abril fue ratificado como director general de Comunicación en junio y destituido en julio'. De cualquier forma, en el futuro el papel más difícil será el de Corcóstegui. Deberá volver a tener confianza con Botín y demostrar a los equipos procedentes del Santander que es el consejero delegado de todos.