Ensayo 100 reúne durante tres meses a autores latinoamericanos y compañías españolas

Con este ciclo, la sala Ensayo 100 pretende aliviar una carencia. 'No existía en Madrid ningún certamen específico de artes escénicas latinoamericanas, al margen de las actividades de la Casa de América', aseguran los promotores. Así, el Ciclo Iberoamericano de las Artes surgió en el verano del año pasado como respuesta a una demanda de intercambio dentro de ese inmenso espacio creativo que constituye la comunidad de hispanohablantes.

Ya puestos, los organizadores no se conforman con montar un escaparate para exhibir obras latinoamericanas durante unas semanas sin más. 'Queremos propiciar la contaminación entre culturas hermanas', afirman los impulsores del ciclo, para lo cual ofrecen producciones de colectivos 'de allá', pero puestas en escena por compañías 'de acá', 'un semillero donde los artistas trabajen juntos en proyectos uniendo intenciones, textos y formas de llevarlos a cabo'.

Mujeres y ciruelas El resultado quedará a la vista en dos bloques: uno del 31 de julio al 9 de septiembre y el otro del 11 de septiembre al 21 de octubre. La ronda comenzará con La edad de la ciruela, obra de Arístides Vargas, un argentino exiliado en Ecuador. Este espectáculo de 'teatro mágico', donde el autor juega con el tiempo y la edad en una casa habitada por mujeres y un ciruelo añoso, estará en el escenario de Ensayo 100 el 31 de julio y el 1 de agosto (a las 21.30), y así todos los martes y los miércoles. Le sucederá en la sala El partener, del argentino Mauricio Kartún, la historia de un chaval de 18 años que quiere recuperar a su padre, un folclórico en decadencia, coproducida por la Casa de América y Ensayo 100 (los jueves y los viernes, a las 21.30).

La ración teatral será doble durante los fines de semana: los viernes (a las 23.00), el montaje argentino Tango loco abrirá un resquicio 'a la nostalgia y los anhelos mediante una mirada humorística y poética sobre algunos mitos y personajes del tango', incluidos algunos 'inesperados', como Drácula o King Kong.

La tarde de los sábados y los domingos (20.30) será para Por la boca muere el pez, espectáculo que aglutina cuatro piezas del taller dirigido por el argentino Rubén Szuchmacher, sobre encuentros, desencuentros, obsesiones y presagios, y la noche (22.30) quedará reservada para otra compañía argentina, Los Cafiolos y su Mk045, un canto al vértigo, la brevedad y el suspense. El segundo bloque del Ciclo Iberoamericano de las Artes, que comenzará el 11 de septiembre y terminará el 21 de octubre, ofrecerá a los espectadores de la región la ocasión de ver la obra La casa del viento, de Alejandro Orlando (martes y miércoles, a las 20.30); La essphera de la memoria, del grupo del mismo nombre (tres piezas para los sábados y domingos, a las 21.30, y los miércoles, a las 22.30), y Esbozo para teatro I, inspirado en un texto de Samuel Beckett (jueves y viernes, a las 22.30). Los artífices del ciclo lo consideran 'el resultado de una apuesta de futuro' y el pago de una deuda cultural, saldada con los 'estrenos de autores reconocidos allá y a veces injustamente olvidados acá'. En resumen, lecturas dramatizadas e innovadores montajes del otro lado del Atlántico conforman una variada programación, fruto de esfuerzos compartidos e ilusiones.

II Ciclo Iberoamericano de las Artes. Del 31 de julio al 21 de octubre, en la sala Ensayo 100 (calle de Raimundo Lulio, 20). Precios: 1.500 pesetas, 4.500 (abono individual) y 6.000 (abono doble).