Precauciones con la sangre

El informe del Comité de Ética del Proyecto Amerscan se basa exclusivamente en el principio de precaución. No hay actualmente ninguna evidencia científica de que la sangre pueda transmitir la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, sea la nueva variante relacionada con el consumo de vacuno afectado, o la variante clásica, que no tiene relación con el vacuno. Por lo tanto, ni puede asegurarse que el fármaco en cuestión esté contaminado, ni que la sangre de las personas tratadas con él sea contagiosa.

Sin embargo, y pese a esta falta de evidencias, el propio Ministerio de Sanidad ha tomado medidas para evitar el posible contagio por vía sanguínea. A principios de julio, el ministerio remitió a las comunidades autónomas la 'recomendación' de evitar las donaciones de sangre las personas que hubieran vivido en el Reino Unido, durante un año o más, entre 1980 y 1996. Ése es el periodo durante el que las reses afectadas entraron masivamente en la cadena alimentaria británica.