El factor Estiarte
Lo leí por Internet mucho antes del exitazo de ayer. Era Rollán quien lo escribía: 'Ya es hora de que dejemos de hablar de Estiarte'. ¡Cuanta razón tenía! Un sólo jugador no hace un equipo, con todo el respeto hacia Manel, uno de los mejores de la historia. Él mismo ya lo advertía cuando todos le enfocaban: el éxito era del equipo, de todos, de una extraordinaria generación de jugadores. Una vez retirado Estiarte, una vez renovada la selección con su sustitución, la de Perico García y la mía, la medalla de oro obtenida demuestra una vez más que lo importante es el equipo. Y también prueba, por si hubiera dudas, que la selección de waterpolo es la mejor en la historia del deporte español después de las cuatro finales consecutivas en el Mundial, las dos medallas de oro, el título de Atlanta...
¿Cuál es el secreto? Desde 1990 hay una columna vertebral, cuatro o cinco jugadores sobre los que se ha erigido un equipo con una calidad extraordinaria. Fue muy importante, por entonces, el trabajo de Matutinovic, un técnico que cambió nuestra mentalidad y que logró explotar al máximo las cualidades de cada uno. Nos imbuyó de esa competitividad balcánica, incluso trató de dotarnos de esa chulería tan suya. El equipo supo aprovechar las cosas positivas de aquellos métodos, aprendió a no tenerle miedo a nadie, a plasmar su calidad en la piscina. El trabajo a veces era inhumano. Ocho horas diarias y más. No creo que hubiéramos aguantado muchos años con Matutinovic pero su labor fue indispensable, nos enseñó a tener fe y el equipo adquirió una madurez que le permitió brillar y sobreponerse a los momentos, pocos, en los que no alcanzó sus objetivos.
El fútbol siempre nos ha quitado todo el protagonismo y en parte es lógico. Lo extraordinario es que hemos ganado a países como Yugoslavia, Hungría o Italia en los que los éxitos en waterpolo son celebrados como aquí se hace en La Cibeles o en la plaza Sant Jaume cuando el Madrid o el Barça ganan un título. Pienso que este equipazo, en el que todos han estado al 100% pero en el que citaría a Rollán y Ballart, merecería un tributo similar a su vuelta de Japón.
Jordi Sans es ex jugador internacional de waterpolo.
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