Un hombre muere tiroteado en Motril en lo que la policía cree la venganza por otro crimen de hace 15 días
La violencia volvió ayer al pueblo granadino de Motril. Un hombre fue asesinado a tiros en plena calle en lo que la policía considera que se trata de la venganza por otra muerte muy similar sucedida hace 15 días. Se da la circunstancia de que la víctima, Antonio Cortés Fernández, de 49 años, era familiar del autor confeso de un crimen similar. Éste se entregó hace unos días en Palma de Mallorca y dijo haber matado a tiros a una persona en un bar, también en Motril. La similitud de los crímenes y el citado parentesco han alimentado la hipótesis de investigación de que la muerte de ayer es un ajuste de cuentas.
Los hechos ocurrieron en torno a las 11.00 horas de ayer, cuando Antonio Cortés, conocido como El Nones, paseaba por la calle Gertrudis Gómez de Avellaneda, en pleno centro de Motril. En las proximidades de un bar de la zona, un individuo se acercó hasta él por la espalda y le disparó varios tiros en la cabeza y El Nones murió en el acto a causa de las heridas. El pistolero se fugó inmediatamente en un coche que estaba estacionado muy cerca de lugar del tiroteo.
El crimen se produjo a escasos quinientos metros del bar Panadero, en donde el pasado 15 de julio Carmelo Heredia Heredia, de 42 años, murió tras recibir varios tiros mientras jugaba a las cartas con unos amigos. El autor de los disparos, R.G.T., de 29 años, consiguió escapar del lugar del crimen y estuvo fugado durante varios días.
R.G.T., sin embargo, decidió entregarse unos días más tarde en una comisaria de policía de Palma de Mallorca, adonde había huido. Allí solicitó protección inmediata tanto para él mismo como para sus parientes, ya que temía, según dijo, que su crimen desatara una venganza por parte de los familiares de Carmelo Heredia.
El hombre muerto ayer estaba casado con una prima de R.G.T., por lo que la policía de Motril sospechó de inmediato que el asesinato en plena calle era una represalia por el crimen del 15 de julio. El autor de los disparos había elegido incluso un lugar muy próximo al del primer asesinato para llevar a cabo la presunta venganza.
El cadáver de Antonio Cortés Fernández presentaba varios impactos de bala en la cabeza. El juez ordenó el levantamiento del cadáver una hora después de ocurrido el crimen, mientras la policía comenzó las diligencias para tratar de identificar al autor del asesinato.
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