_
_
_
_

Una fuga de óxido nítrico afecta a tres enfermeras del Puerta de Hierro

Oriol Güell

Una fuga de óxido nítrico (NO) en la sala de recuperación de trasplantes de la clínica Puerta de Hierro, del Insalud, causó el pasado domingo 15 de julio, presuntamente por la formación de dióxido de nitrógeno (NO2), 'mareos, dolor de cabeza y picores en garganta y ojos' en al menos tres enfermeras, según la denuncia presentada por éstas a la gerencia del centro y al Ministerio de Trabajo.

Dos afectadas fueron atendidas en oftalmología y aparato digestivo, sin que hoy por hoy sufran secuelas. Francisco Vilanova, coordinador asistencial del centro, calificó la fuga como 'poco importante', porque 'no se superaron las cinco partes por millón de dióxido de nitrógeno en el aire, el máximo admisible'. El personal de enfermería replica: 'La medición no se hizo hasta el día siguiente, porque el personal que guarda los medidores no trabaja los festivos. Además, el control médico a los afectados que fija la ley en estos casos no se ha hecho'.

El óxido de nitrógeno sirve para dilatar los bronquios y aumentar la capacidad respiratoria del paciente tras un trasplante pulmonar o en insuficiencias respiratorias graves. Al mezclarse con oxígeno forma dióxido de nitrógeno, al que el Ministerio de Trabajo considera un gas 'irritante' y 'moderadamente peligroso' en altas concentraciones o exposiciones largas.

La enfermería del Puerta de Hierro denuncia desde hace un año que en el centro 'se viola la Ley de Riesgos Laborales', ya que uilizan este gas 'desde 1996 sin tener una formación adecuada'. Trabajo (en su ficha de sustancias químicas 66, de 1984) especifica: 'No manipularlo ni utilizar hasta que se hayan comprendido las normas de seguridad'.

La ley dice que el uso del NO necesita una ventilación adecuada y el control regular de su presencia en el aire. 'Sólo el lóbulo de recuperación tiene ventilación mecánica, y tenemos por escrito que el gas se ha usado también en los lóbulos 1, 3 y 4, donde ventilamos abriendo la ventana', se queja una enfermera, que añade: 'Tampoco se cumple la ley en las mediciones'. Francisco Vilanova niega esta acusación y asegura: 'El control de los niveles del gas se hace regularmente, unas 25 veces al año'.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Oriol Güell
Redactor de temas sanitarios, área a la que ha dedicado la mitad de los más de 20 años que lleva en EL PAÍS. También ha formado parte del equipo de investigación del diario y escribió con Luís Montes el libro ‘El caso Leganés’. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_