'La Junta ignora la función social del diseño'

Diseñador gráfico desde hace 22 años, Jacinto Gutiérrez (San Sebastián, 1962) es desde hace poco más de un año el presidente de la Asociación Andaluza de Diseñadores, una organización que abarca el diseño en todas sus disciplinas: industrial, gráfico y de interior. Gutiérrez, desde la asociación- reconocida por el Bureau European of Designers Asociation-, está empeñado en la puesta en valor del diseño como motor de desarrollo económico y social de una sociedad.

Pregunta. ¿Cuál es la misión de la asociación?

Respuesta. Esencialmente, como cualquier asociación profesional, su función es desarrollar el corporativismo profesional y establecer criterios comunes en la profesión, implantar un código deontológico y favorecer la promoción de nuestro trabajo.

P. ¿Cómo está la situación en Andalucía?

R. Estamos en el punto de partida de una transición de la autarquía al desarrollo que ya pasaron otras comunidades autónomas hace 15 ó 20 años. Hay un problema gravísimo de ritmos en cuanto a la implantación y reconocimiento del valor del diseño respecto al resto del Estado. Los que tienen que reconocer aquí la función social de esta profesión, los empresarios y la Administración andaluza, no se esfuerzan. Los profesionales del diseño tenemos todo el reconocimiento fuera de Andalucía y en Europa, pero no aquí.

P. ¿A qué se debe?

R. En el caso de los empresarios, creo que desconocen el valor añadido que supondría para sus productos el uso correcto del diseño. En cuanto a la Junta, el Instituto de Fomento de Andalucía no es un interlocutor apropiado porque su actitud es de ignorancia hacia el valor del diseño. No está haciendo nada y debería ser nuestro interlocutor ante el Estado y la UE. En ese sentido, no existe. Nosotros ofrecemos nuestra colaboración para corregir esa carencia. Un sector fuerte y competitivo es clave para el desarrollo económico y social de una región.

P. ¿Cuáles son las diferencias principales respecto a otras comunidades?

R. Hay una diferencia esencial, que es la formación. Aquí, a diferencia de otras comunidades donde hay academias o escuelas, carecemos de espacios de formación. Los profesionales andaluces son autodidactas o se han formado fuera. Iniciativas como la de la Universidad Pablo de Olavide de crear masters para profesionales impartidos por diseñadores de reconocido prestigio internacional son muy interesantes, porque podrían ser el germen de futuros enseñantes que formen a las nuevas generaciones. El nivel de calidad del diseño andaluz para lo bueno y para lo malo es equiparable al de otras regiones. Lo que falla es la formación de las nuevas generaciones. Los que estamos, hemos aprendido trabajando. Los nuevos no tienen dónde formarse.