Nueva gesta de Thorpe al batir el récord del mundo de 800 metros
La gesta de Ian Thorpe continúa. Ayer, aparte de su calidad técnica, confirmó ser un todoterreno con la capacidad de recuperación y de resistencia sólo reservada a los superdotados. Logró su tercera medalla de oro al ganar y batir el récord mundial de los 800 metros libres sólo 20 minutos después de clasificarse para la final de 200, que será hoy. No importó que el holandés Pieter van den Hoogenband le superara claramente (1m 45,80s por 1m 47,26s), porque aún tenía tiempo para ajustar cuentas y el duelo de la jornada, en cambio, le esperaba con su compatriota Grant Hackett, campeón olímpico de 1.500 y que en 800 iba a ser mucho más rival que en 400.
Lo asombroso fue que Thorpe no se resintió del esfuerzo, pese a que por la mañana también había nadado la eliminatoria de 200. El italiano Emiliano Brembilla, bronce en 400, hizo mejor tiempo que él, segundo tras el holandés, por lo que le desplazó a la segunda semifinal y le quitó aún más minutos para descansar. Sólo tuvo el tiempo de las dos semifinales de 200 braza femeninas.
Hackett salió en cabeza y fue hasta los 750 metros siempre por delante, con un margen de dos segundos por debajo de los tiempos del anterior récord del mundo, 7m 41,59s, batido en marzo por Thorpe. Éste se mantuvo como un metrónomo hasta los 500, a medio segundo de Hackett, y a partir de ahí empezó a apretar. Viró con sólo nueve centésimas de retraso en los 550, pero se retuvo porque comprobó que era mejor seguir la liebre de la calle 5 (él iba por la 4, la de mejor tiempo en las eliminatorias). Le bastarían los dos últimos largos o quizá sólo uno para imponer su mejor sprint. Y lo iba a tener.
La ventaja de Hackett subió a 27 centésimas a los 600 metros y a 35 a los 650, pero poco antes de los últimos 100, Thorpe empezó su ataque y pasó a 19 a los 700. En los 750 ya estaba primero por una centésima, y en sus últimos 50 le sacó a su compatriota 1,17s. Un abismo. Fue el remate de un velocista-fondista, de un asombroso nadador completo como si en atletismo Michael Johnson no sólo hubiese dominado los 200 y 400, sino también los 1.500 y hasta los 3.000.
La jornada fue de confirmaciones. El estadounidense Michael Phelps, que asombró en marzo al batir con 15 años el récord mundial de 200 mariposa, 1m 54,92s, lo repitió ayer a los 16, con 1m 54,58s. Tomó el relevo definitivo de su compatriota Tom Malchow, que no pudo darle caza tras escapársele desde el principio. En 100 braza, el ruso Roman Sludnov ganó el título, pero ya no bajó del minuto -hizo 1m 00,16-. Sludnov se impuso al italiano Domenico Fioravanti, que superó al estadounidense Ed Moses.
La decepción española fue Nina Jinavéskaia, sólo séptima (28,90s) en los 50 espalda. Al ser menos corpulenta, sale peor que sus rivales y en la corta distancia no le da tiempo a imponer su técnica. Ayer, ganó la estadounidense Haley Cope (28,51s), precisamente con una gran salida.
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