El catálogo de la diócesis de Vitoria descubre el patrimonio de Aramaiona, Gamboa y Urrabundia
Esta magna obra de estudio histórico, realizada por Mikaela Portillo, es única en España
Es el octavo fruto de una tarea que sorprende por su exhaustividad casi única en el panorama de los estudios históricos. El Catálogo Monumental de la Diócesis de Vitoria presentó ayer el tomo Los valles de Aramaiona y Gamboa. Por Urrabundia, a la Llanada de Álava. Son 995 páginas profusamente ilustradas en las que un equipo dirigido por la historiadora Micaela Portilla estudia estas tres antiguas hermandades alavesas, donde destaca una especial atención que se presta al patrimonio que hoy cubren las aguas del embalse de Ullibarri-Gamboa.
Este rescate de la memoria histórica se puede percibir en toda esta magna obra, de la que falta todavía el noveno tomo, dedicado a Legutiano y el valle de Zuia. Desde que se comenzó su elaboración a principios de los años 60, Micaela Portilla ha ido desenredando esa compleja madeja que son los espacios de culto de la Iglesia católica y su respectivo patrimonio mueble y ornamental.
Siempre, desde una perspectiva generosa, que no olvida situar en sus contextos económico, social y cultural los pueblos y valles estudiados. 'Todo ello para ofrecer una mejor comprensión de las generaciones que erigieron y mantuviern los templos y objetos de culto a lo largo del tiempo', explicó ayer la historiadora alavesa, responsable también de estudios imprescindibles sobre las casas fuertes y castillos de Álava, así como de la huella del Camino de Santiago en este territorio.
El rastreo por Aramaiona, Gamboa y Urrabundia permite descubrir restos que comienzan en el Románico y concluyen en el Neoclásico con algunas aportaciones imprescindibiles como las curiosas bóvedas nervadas de madera, góticas, de las parroquias de Etxaguen y Arexola en Aramaiona.
De este valle, conocido también como la Suiza vasca, a la sombra de las peñas de Anboto, se puede reseñar la curiosa ermita de San Cristóbal en el barrio de Uribarri. Este templo cuenta con una cubierta a dos aguas, nunca mejor dicho: si una gota de agua cayera en el vértice, tendría que decidir si desembocar en el Cantábrico por los afluentes al Deba, o en el Mediterráneo, tras llegar al Zadorra y de ahí al Ebro.
Pero, además, hay interesantísimas obras de arte, como es la parroquia de San Martín de Ibarra, 'uno de los templos neoclásicos más bellos del arte diocesano', en palabras de Micaela Portilla. Sin olvidar la calidad de los retablos barrocos de Ziriano y Luko en Ubarrundia, con influencias claras de la escuela castellana.
En los templos de estas tres hermandades también se encuentran huellas de otras corrientes procedentes de Vizcaya, Guipúzcoa, Cantabria o La Rioja. 'Si algo pudiera caracterizar el patrimonio religioso alavés es el sincretismo de estilos: los canteros, escultores, ebanistas y demás artesanos beben todos de fuentes diversas por la condición de tránsito que es Álava, en el que tiene mucho que ver el Camino de Santiago, que llegaba por el paso de San Adrián', recuerda la historiadora alavesa.
El Catálogo monumental de la Diócesis de Vitoria se publica con el patrocinio de la Fundación Caja Vital.
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