Raúl asegura que 'Haciendo trampas', su segundo disco, es un paso hacia la madurez
Raúl Fuentes Cuenca, Raúl, se mantiene serio y humilde cuando habla de su último trabajo, el disco Haciendo trampas. Sin dejar de sonreír y evitando cualquier atisbo de grandeza, asegura que el trabajo y el esfuerzo diario es lo único que cuenta para llegar a cimas tan altas.
Después de haber conseguido un arrollador éxito el año pasado, sobre todo en verano con la canción Sueño su boca, incluida en un disco del que vendió más de 600.000 copias, Haciendo trampas, su último trabajo, supone para Raúl, de 26 años, 'más madurez, innovación y evolución' respecto al primero: 'Esa diferente perspectiva se puede apreciar en cada canción, pero debe ser el público el que valore el trabajo y el que decida si le gusta o no'.
La tecnología digital también entra en el disco compacto, ya que incluye el videoclip de Prohibida, el primer sencillo. Éste se puede ver en los ordenadores personales. 'El disco está muy equilibrado, con las baladas, los medios tiempos y algunas de las canciones que son muy cañeras', explica Raúl.
Las letras se han trabajado más pensando en la juventud. El artista asegura que no descarta el público infantil o adolescente, pero se han buscado temas que lleguen más a los jóvenes por el tipo de letra y los ritmos empleados. 'Desde luego, quiero llegar a diferentes grupos sociales tanto en edad como en gustos musicales, aunque parezca muy difícil', asegura el artista vasco.
Uno de los aspectos fundamentales del éxito de Sueño su boca, la coreografía, también ha cambiado en su segundo disco. Raúl mantiene que no se harán bailes especiales para los principales temas de Haciendo trampas. 'La coreografía será normal y corriente. Quizá haya algún gesto o movimiento que le llame más la atención a la gente, pero no será tan provocado como el año pasado'.
La canción principal ha sido compuesta por su amigo José Ogara, que ya creó su anterior éxito. El disco incluye como novedad una balada del propio Raúl titulada Sigues aquí.
A pesar de su corta carrera, el cantante vitoriano cuenta ya con cuatro clubes de fans repartidos por Madrid, Barcelona, Valencia y Vitoria, el matriz de los otros. Su música ha causado sensación dentro y fuera de España. A principios de año estuvo en México, donde cosechó varios llenos. Ahora le han pedido conciertos en Alemania, Turquía y Suecia. 'Va a ser difícil que podamos atender todos las peticiones porque entramos en la promoción del disco y los conciertos del verano', reconoce.
El año pasado, Raúl superó las 80 actuaciones por toda España. 'Terminé a finales de octubre muy cansado, pero mereció la pena por todo lo que aprendí', afirma.
Ahora, su repertorio se ha hecho suficiente para aguantar las dos horas de un concierto.
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