La Acadèmia de la Llengua se constituye con la misión de 'cerrar definitivamente las heridas'

La toma de posesión del cargo de los 21 académicos se celebró ayer con la mayor solemnidad institucional. El vicepresidente primero del Consell, José Joaquín Ripoll, presentó a cada uno de los integrantes y éstos prometieron o juraron su cargo delante del presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana. En el espacio reservado a los invitados se situaron la presidenta y la Mesa de las Cortes, junto al consejero de Educación, Manuel Tarancón, y otros miembros del Gobierno valenciano. También tuvieron un lugar preferente entre los asistentes el secretario general del PSPV, Joan Ignasi Pla, y los portavoces parlamentarios popular y socialista. Los representantes de las instituciones valencianas como el Consell Valencià de Cultura o el Consejo Jurídico Consultivo, diputados autonómicos, los alcaldes de Valencia y Castellón, el presidente de la Diputación de Valencia y el senador territorial Joan Lerma también acudieron a la ceremonia.

Los interlocutores sociales estuvieron, asimismo, presentes. La patronal estuvo representada por Rafael Ferrando, presidente de Cierval; Comisiones Obreras por su secretario general, Joan Sifre; UGT por el responsable de la Federación de Enseñanza, Gonzalo Castillo; y el Sindicat de Treballadors de l'Ensenyament por Vicent Mauri.

Al finalizar el acto, Eduardo Zaplana y Joan Ignasi Pla -que alcanzaron el acuerdo definitivo para la puesta en marcha de la Acadèmia Valenciana de la Llengua- volvieron a mostrar su voluntad de poner punto y final a un conflicto lingüístico que ha empañado la política valenciana desde hace casi 25 años. Ambos mostraron su satisfacción y recalcaron que a partir de ahora se trata de 'cerrar definitivamente las heridas'.

La Acadèmia Valenciana de la Llengua arranca con un presidente y un secretario provisionales, Xavier Casp y Artur Ahuir, que tienen hasta el 23 de septiembre para proponer el orden del día en el que se elegirán los órganos de gobierno de la institución. La sede provisional se situará en el edificio de la Biblioteca Valenciana. Tras asumir el cargo de académica, la ex subsecretaria de Educación, Ascensión Figueres, que previsiblemente presidirá el organismo, dio por sentado que los 21 integrantes serán retribuidos. La presidencia con trato y sueldo de consejero y el resto de académicos con trato y sueldo de subsecretarios. 'No se les puede pedir [a los académicos] que formen parte de la Acadèmia por nada', dijo Figueres, que añadió que la decisión de retribuir los puestos ha sido una decisión del Gobierno valenciano y que será aceptada sin ningún tipo de problema.

Por su parte, el presidente del Consell Valencià de Cultura, Santiago Grisolía,

se mostró, a título particular, contrario a las retribuciones de los académicos. 'No conozco ninguna academia del mundo que tenga sueldos', sentenció.

El Bloc Nacionalista Valencià, que está a favor de la AVL pero que criticó su exclusión de las negociaciones, y Esquerra Unida, que se abstuvo en las Cortes Valencianas en la elección de los académicos, mantuvieron sus actividades de partido y no acudieron al acto de toma de posesión. Unión Valenciana, que está en contra de la institución, descolgó una senyera con crespón negro en su sede en Valencia como protesta. El rector de la Universidad de Valencia, Pedro Ruiz, acudió a la firma de un convenio con el consejero de Administraciones Públicas, Carlos González Cepeda, lo que impidió su asistencia al acto.

Durante la toma de posesión de los académicos, cerca de 50 personas del Grup d'Acció Valencianista realizaron una pitada frente al Palau de la Generalitat.