_
_
_
_
_

El aceite de orujo inmovilizado que cumpla la norma del benzopireno volverá al consumo

Bruselas aprueba la normativa española que limita la toxicidad del producto oleícola

La UE dio ayer luz verde a la normativa española que limita a dos partes por millardo el contenido de benzopireno (sustancia cancerígena a largo plazo) en el aceite de orujo de oliva. Este visto bueno facilita la puesta en marcha de análisis de todos los lotes inmovilizados decidida por el Gobierno (unas 5.000 toneladas). Esas pruebas, que realizará el CSIC, serán el paso previo, si los niveles de benzopireno se ajustan a la norma, para la vuelta del producto al mercado. En caso contrario, los productores tendrán que volver a filtrar el aceite hasta eliminar el tóxico o bien destruir el producto.

El Comité Permanente de Productos Alimenticios, formado por expertos de los Quince países de la UE y de la Comisión Europea, aceptó ayer sin objeciones la normativa española que regula los contenidos máximos de benzopireno en el aceite de orujo de oliva, informa Gabriela Cañas. La decisión de Bruselas, aunque todavía no oficial, permitirá la pronta publicación en el Boletín Oficial del Estado de la orden ministerial aprobada el pasado viernes por el Gobierno y que establece para el aceite de orujo de oliva un contenido máximo de dos partes por millardo en benzopireno y cinco pares por millardo si se miden todos los hidrocarburos policílicos.

El visto bueno de la Unión Europea era el último escollo a salvar antes de decidir sobre el futuro del aceite inmovilizado. Según el Ministerio de Agricultura, el Instituto de la Grasa (dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas) analizará muestras de todos los lotes intervenidos. Aquellos con contenido en benzopireno inferior al tope establecido podrán volver rápidamente al mercado.

Nuevos análisis

Las botellas con contenido superior al fijado se devolverán a los envasadores. Estos deberán acudir al Instituto de la Grasa para que dé el visto bueno a sus procesos de fabricación y a los destinados a retirar el benzopireno (esta tarea se realiza mediante filtros de carbono activo). Cuando el aceite esté nuevamente refinado, deberá someterse a nuevos análisis previos a su salida al mercado. Otra posibilidad más remota, según Agricultura, es destruir el aceite en incineradoras (para evitar la generación de dioxinas).

La Asociación Nacional de Envasadores de Aceites Comestibles (ANIERAC) propuso ayer que todo el aceite imovilizado 'vuelva a origen'. 'A partir de ahí el fabricante es quien debe encargarse de analizar el producto y de filtrarlo para reducir los benzopirenos cuando fuera necesario', señaló un portavoz. La asociación quiere volver a etiquetar toda la producción.

El presidente de la Asociación Nacional de Extractores de Orujo (ANEO), Fernando Muñoz, confirmó que todavía no se han iniciado los análisis del aceite de orujo inmovilizado, por estar pendientes de la aprobación de la normativa. Añadió que, según lo esbozado en una reunión mantenida esta misma semana en el Ministerio de Sanidad, las partidas que no sobrepasen los límites serán devueltas a las envasadoras para que se etiqueten nuevamente indicando que cumplen la normativa. Muñoz señaló que es factible refinar el aceite que exceda los topes en benzopireno para que cumpla la nueva normativa. 'No es un producto tan sumamente tóxico que necesite ser destruido', resaltó.

Los representantes de los productores mantuvieron ayer una reunión en el Ministerio de Agricultura para reclamar nuevamente que la normativa entre en vigor lo antes posible. Muñoz cree que el visto bueno de Bruselas podría implicar tener que 'tocar' otros muchos alimentos en los que está presente el benzopireno. Los productores de orujo tienen un listado con más de 300 productos que no cumplirían la norma.

La crisis del aceite de orujo de oliva se desató el pasado 3 de julio, cuando el Ministerio de Sanidad emitió una alerta alimentaria y decretó su inmovilización. El Gobierno considera que la alarma podrá retirarse tras la publicación de la orden ministerial y cuando se compruebe que el producto cuenta con todas las garantías. El sector aceitero es partidario de la retirada inmediata de la alerta.

La producción de aceite de orujo supone un 8% de la de aceite de oliva. Cada año se consume en España una media de 55.000 toneladas, una cantidad muy inferior a la de aceite de oliva (540.000 toneladas anuales).

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_