Quique González presenta sus nuevos temas de rock melancólico y vitalista

La situación se complicó tras la ruptura con su apoderado pero Quique González volvió a lo suyo, a actuar en pubes, a componer, a grabar en compañía de su productor, el guitarrista Carlos Raya. Confeccionaron maquetas en un ocho pistas. Nuevos oídos se excitaron y ocurrió algo sin precedentes: González volvió a ser contratado y su actual sello ha insistido en sacar al mercado esas maquetas con los mínimos retoques.

Salitre 48 contiene música hecha por necesidad. 16 canciones que quemaban entre los dedos y que había que plasmar de algún modo. Historias que parecían no interesar a nadie pero que, dentro de sus atractivas melodías. tenían verdad y pasión.

Para el autor, Salitre 48 es el resultado de 'trabajar con naturalidad, olvidándose de pensar en hacer algo que guste a las radio-fórmulas y esos criterios comerciales. Cuando llamas a muchas puertas y en todas te dicen que están buscando la nueva Oreja de Van Gogh, tu venganza es hacer las mejores canciones posibles, con sentimientos auténticos. Son el resultado de mis vivencias en los tres años que han pasado desde Personal, cada una hecha en un lugar diferente'.

Quique González lleva en la solapa sus influencias: 'Debo reconocer mi deuda con Enrique Urquijo o con Antonio Vega, igual que me inspiran Luis García Montero, Ángel González y otros poetas'. Sin olvidar el mejor rock estadounidense: 'Me fundí buena parte del adelanto de Salitre 48 en volar a Saratoga Springs, donde actuaban Tom Petty y los Heartbreakers con Jackson Browne. Valió la pena. Además, de vuelta en Nueva York, coincidí con varios amigos músicos, que estaban tocando allí con Estopa'.

Fue una pausa en la extensa gira de presentación de Salitre 48, que llega hoy a Madrid. Quique González y Carlos Raya se hacen acompañar por piano, violín y chelo: 'Intentamos reconstruir el ambiente de la grabación y resulta bastante emocionante. Además, el directo ayuda a quitarme el sambenito de que hago demasiadas canciones tristes. Mi melancolía es vitalista, invita a superar todas las decepciones, sean amorosas o profesionales'.