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La oposición exige que los edificios públicos pasen también la inspección

El Ayuntamiento investiga el inmueble de Hacienda desalojado

Antonio Jiménez Barca

La oposición cargó ayer contra el equipo del alcalde, 'a la vista del estado de los edificios públicos de la capital'. El detonante fue el desalojo, el viernes pasado, de los 140 trabajadores del Tribunal Económico-administrativo Regional (TEAR) de la sede de este organismo en la calle de Velázquez 147, ante el riesgo de desplome. El desalojo se produjo 20 días después de hundirse el techo de Gerencia de Urbanismo. IU y PSOE exigen que los locales públicos pasen la inspección técnica de edificios.

El edificio ha sido totalmente desalojado y, provisionalmente, se atiende al público en otras oficinas del número 29 de la calle de Génova, según se avisa a los ciudadanos con un escrito pegado en la puerta del inmueble que fue evacuado el viernes pasado por orden del director general de Trabajo de la Comunidad, Javier Vallejo.

Rafael Simancas, portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, y Justo Calcerrada, concejal de IU, reclamaron ayer que los edificios públicos 'pasen la inspección técnica de edificios (ITE)' [requisito que todos los inmuebles propiedad de particulares de la capital deben cumplir para certificar que la construcción está en buen estado].

Según el edil socialista, 'es escandaloso el estado de los edificios públicos de Madrid', informa Efe. 'La ITE debe extenderse a los edificios públicos, se tienen que revisar los planes de seguridad laboral y hacer cumplir la normativa de mantenimiento de los edificios madrileños', añadió Simancas. Aunque reconoció que el edificio de la calle de Velázquez, próximo a la de Joaquín Costa, es del ministerio de Hacienda, para Simancas el Ayuntamiento es responsable del mantenimiento y la seguridad de los edificios de la ciudad.

'El gobierno municipal del PP no puede exigir a los ciudadanos algo que él mismo no está haciendo en la actualidad, como es tomar las lógicas y necesarias medidas de seguridad', señaló, por su parte, el edil de IU Justo Carcerrada.

El concejal Ignacio del Río, responsable de Urbanismo, del PP, replicó que el Ayuntamiento no es responsable de la revisión de los edificios públicos pertenecientes a ministerios.

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A petición del ministerio de Hacienda, técnicos del departamento municipal de Protección a la Edificación revisaron el pasado lunes el edificio de la calle de Velázquez para determinar el estado de la estructura y su cimentación. El inspector de Trabajo, que el viernes ratificó la decisión de los representantes de los empleados de paralizar la actividad laboral debido al riesgo de derrumbes, urgió a estos técnicos municipales a que aceleren su informe. Éste es necesario para que empiecen a ser retirados los archivos del ministerio de Hacienda que se almacenan en las dependencias. Hasta que estos técnicos no terminen, nadie podrá entrar al edificio.

El inmueble, construido a principio de los años sesenta, consta, en total, de cinco plantas y dos sótanos. La Dirección General de Patrimonio, perteneciente al ministerio de Hacienda, está elaborando otro informe que determinará si el ministerio procede a su rehabilitación o si, finalmente, lo echa abajo.

El edificio está deteriorado y muestra fallos estructurales, según un informe, del 31 de mayo pasado, firmado por Juan de Andrés Alonso, arquitecto jefe de la unidad técnico-facultativa del ministerio de Hacienda. En el texto se señala que hay vigas y pilares 'que soportan tensiones inadmisibles', 'escasez de resistencia generalizada de la estructura', que parte de la carpintería exterior está podrida y que se producen desprendimientos a la vía pública, y que las 'instalaciones presentan graves problemas de funcionamiento, hasta el punto de colapsarse el sistema de refrigeración para dar servicio al aire acondicionado'.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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