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Mas rectifica y afirma que no discrepa de Homs sobre financiación

Al final no hay cifras. El conseller en cap, Artur Mas, ha dado marcha atrás, ha rectificado y ahora no reclama de manera urgente los 400.000 millones de pesetas de los que Convergència i Unió (CiU) hizo caballo de batalla en las elecciones de 1999. Los tiempos y la mayoría absoluta de que goza el PP recomiendan prudencia y así lo entendió ayer el propio Mas, después del solo del pasado lunes en el que desafinó del tono dado hasta ahora a la negociación por el consejero de Economía y Finanzas, Francesc Homs.

Si anteayer el delfín de Jordi Pujol afirmó que aspiraba a disponer de 400.000 millones de pesetas más de media anual para cuando se acuerde la nueva financiación para el quinquenio 2002-2006, ayer Artur Mas puntualizó: 'No se trata de dar cifras, sino de seguir esta negociación que yo creo que está bien orientada en líneas generales, pero insisto en la idea de que el acuerdo no se puede dar por cerrado porque la negociación está abierta'.

Mas pretendía de esta forma dar por concluido el desconcierto que reinó en la tarde del lunes en CiU y en el Gobierno catalán, ya que nadie se explicaba por qué el conseller en cap sacaba nuevamente la cifra de 400.000 millones de pesetas, que no había manejado horas antes ante las cúpulas de Convergència y de Unió. Algunos dirigentes de la coalición llegaron a hablar de estrategias distintas entre Francesc Homs y Mas. Pero ayer fue el conseller en cap quien quiso despejar la incógnita y deshacer interpretaciones que apuntaban divergencias entre ambos colegas de Gobierno.

El tercer 'patinazo'

Para que no quedaran dudas, Mas quiso dejar claro que va en el mismo barco que Homs. 'El consejero de Economía y yo no vamos separados en la estrategia de la negociación; vamos juntos y, por otra parte, ambos sabemos que una negociación de un sistema de financiación que se intenta pactar a tres bandas -PP, PSOE y CiU- es una negociación muy compleja', subrayó el conseller en cap.

Con la rectificación de ayer, Mas suma su tercer patinazo político en 15 días. El primero de ellos fue en la escuela de verano de CDC, el pasado 7 de julio, cuando el también secretario general del partido se burló de la moción de censura de Pasqual Maragall y le acusó de 'hacer el mono'. Luego, unos días más tarde, defendió los conciertos de la Administración catalana con los colegios de élite porque 'había dinero disponible'.

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El portavoz parlamentario del Partit dels Socialistes (PSC), Joaquim Nadal, terció ayer en la polémica y aseguró que Mas ha elevado el listón sobre las pretensiones de Convergència i Unió respecto al nuevo modelo de financiación autonómica para empezar a buscar las condiciones de una 'prerruptura' con el Partido Popular.

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