Termómetro sin mercurio

Un reciente informe técnico de la Academia Americana de Pediatría (AAP) recomienda a todos los pediatras y a los padres que dejen de utilizar los clásicos termómetros de mercurio para minimizar los riesgos en caso de rotura. Aunque el contenido de este metal líquido en un termómetro es generalmente insuficiente para producir un cuadro clínico en caso de que se ingiriera dicha cantidad, si el termómetro se rompe, el mercurio se evapora y podría causar toxicidad al ser inhalado. El mercurio es una sustancia extremadamente tóxica para el sistema nervioso central, los riñones y los pulmones. De acuerdo con el informe de la AAP, todo el mundo ya está expuesto a mínimas cantidades de mercurio ambiental, tanto en el aire como en el agua y los alimentos, por lo que hay que evitar cualquier dosis adicional, especialmente en el caso de los niños pequeños.