<l>De la piscina del Canal de Isabel II</l>

Ignoro cuál es la estrategia de captación de clientes de los gestores de la piscina del Canal de IsabelII; ignoro, incluso, si existe tal estrategia, pero, tal como van recortando los servicios y comodidades a los usuarios de la piscina, y tal como les/nos tratan, me inclino a pensar que su deseo es no tener usuarios.

Han desaparecido las sombrillas de los lugares de descanso, también han desaparecido los ceniceros de estos lugares, aunque la gente sigue fumando, nos han cambiado los vestuarios y duchas individuales por vestuarios y duchas colectivas, y sobre esto último va mi queja.

El pasado verano, cuando se estrenaron estas nuevas dependencias, suscribí tres hojas de reclamación porque en las duchas no había agua caliente al final de la jornada de baño. Los funcionarios de la piscina me dieron en directo las explicaciones más peregrinas, que nunca coincidieron, pero al parecer se ha instalado un sistema de activación con un solo mando, que hay que presionar continuamente para que salga el agua por la ducha, y si se presiona antes de haber acabado la carga de la anterior presión, el sistema devuelve agua fría; el invento, me contaron, es de un ingeniero del Canal.

Como digo, el pasado verano suscribí tres hojas de reclamaciones por esta causa, y el pasado domingo, día 8 de julio, mi primer día de piscina, a las 18 horas están las duchas solitarias, porque no había agua caliente. Pedí la hoja de reclamación, que esta vez no pude suscribir porque el funcionario se negó a entregármela porque no llevaba mi documento nacional de identidad o documento similar que me acreditara como tal ciudadano. Ignoro si esto es correcto o es otra treta de los funcionarios de la piscina del Canal de Isabel II.

Con este escrito exijo que el Gobierno de la Comunidad de Madrid cumpla con la normativa de instalaciones deportivas sobre agua caliente sanitaria para atender a la higiene de los usuarios de la piscina del Canal de IsabelII.- Herculano de Dios Lobo. Madrid.

Si usted, amable lector/a, quiere presenciar este año el espectáculo veraniego de todos los años en la Villa y Corte, acuda a la piscina del Canal de Isabel II: cuerpos desnudos de niños/as, adolescentes y adultos tostándose al sol durante horas sin protección alguna de arbolado o de sombras; es más, se ofrecen dos canchas de tenis, limpias y desnudas, como solárium.

El doctor Barbacid ha denunciado que la Comunidad Europea invierte menos dinero en investigación contra el cáncer que en ayudas para el cultivo del tabaco, el gran causante de uno de ellos, el cáncer de pulmón.

Un gran rótulo preside el frente de las instalaciones de la piscina: Comunidad de Madrid, Consejería de Educación. Si se gasta poco en investigación y no se previene, ya me dirán ustedes, señor Gustavo Villapalos y señor Ruiz-Gallardón, qué futuro nos espera. Con tanto hablar y predicar la libertad individual olvidan que sus responsabilidades les obligan a la promoción de medidas preventivas y educativas. Den siquiera la posibilidad de elegir entre exponerse o no al sol porque, de lo contrario, si los madrileños son listos, en breve pueden interponer a la Comunidad una demanda colectiva de enfermos cancerosos de la piel y arruinarnos al resto. Digo.-