Trabajadores y enfermos denuncian colapsos en dos hospitales

Los trabajadores del hospital Doce de Octubre denunciaron ayer que su servicio de urgencias permanece 'colapsado' por la presencia casi diaria en los pasillos del centro de hasta 20 enfermos, y reclaman la contratación de personal para cubrir vacaciones, bajas y suplencias. Esta situación se ha agudizado desde que se nombrara, hace menos de un año, a la nueva dirección, encabezada por Concepción Vera. Así lo afirmó Carmen González, miembro de la junta de personal de la Unión Sindical Obrera (USO), quien añadió que, desde entonces, 'la desmotivación del personal ha ido aumentando por la actitud autoritaria de la gerente'.

Más de doscientos enfermeros y enfermeras de este hospital abandonaron ayer la asamblea, convocada por la gerente a petición los trabajadores, pidiendo la dimisión de Vera. La falta de personal, según SATSE, el sindicato de enfermeros, es la causa de la sobrecarga de trabajo. Sin embargo, la dirección del hospital negó ayer que haya pacientes en los pasillos y afirmó que la plantilla de enfermeros y enfermeras es suficiente y la más numerosa de la Comunidad.

Los trabajadores exigieron además que se paralicen las notificaciones de expediente abiertas a cinco enfermeras por cambiar sus turnos con otros compañeros. 'Lo hacemos siempre para conseguir los días libres que aquí casi no dan', comentaba una trabajadora del área de Urgencias. Esta práctica, según Carmen Duque, una de las enfermeras expedientadas, 'lleva haciéndose 25 años con una notificación previa y sin problema'.

La situación de colapso es parecida a la del ala norte del hospital Clínico San Carlos, denuncian familiares y pacientes. Según la dirección de este hospital, los problemas residen en falta de adecuación del ala norte, que no ha sido aún remodelada. El pasado miércoles, Celia Villalobos, ministra de Sanidad, visitó las nuevas instalaciones del ala sur. 'Mi padre ha esperado en un pasillo de urgencias más de 24 horas para que me asignen una cama, ahora está con otros cuatro en la habitación y el calor es insoportable. Me gustaría que la ministra tuviese que traer aquí a un familiar', comentaba un familiar indignado.