Regulen el volumen de las sirenas
- Precios muy altos. 'Les telefoneo para denunciar los precios de los espectáculos públicos en Madrid', se queja Sonia. '¿Cómo es posible saber ni siquiera qué es la ópera con las tarifas hoy en vigor?', se pregunta.
- Semáforos invisibles. 'Hay muchos semáforos en Madrid que apenas se ven cuando uno viaja en automóvil', dice Pedro. 'No cuento esto para que Parques y Jardines se cargue los árboles, claro', advierte, 'sino para que las hojas que impiden la visión sean retiradas o que coloquen mejor los semáforos. Para muestra', agrega, 'señalo muchos de los que jalonan el paseo de la Castellana desde la plaza de Colón hasta la de Castilla'.
- Escaleras y aceras peligrosas. 'Las escaleras de muchas estaciones del metro son altamente peligrosas por el desgaste que han sufrido', dice Celso. '¿Sería mucho pedir que las revisaran?', inquiere. 'La misma peligrosidad se presenta para los peatones con el nuevo enlosado de muchas calles de Madrid, sobre todo las recientemente reparadas del barrio de Salamanca. Es de agradecer su adecentamiento', subraya, 'pero resultan muy resbaladizas cuando caen cuatro gotas. Creo yo', continúa, 'que antes de instalar las baldosas podrían hacer pruebas de deslizamiento, ya que no únicamente ha de tenerse en cuenta su belleza, que la tienen, sino también su comportamiento en distintas situaciones habituales en Madrid, sobre todo en este año tan lluvioso'.
- Papeleras estrechas. 'Las nuevas papeleras de color verde oscuro recién instaladas tienen una hendidura demasiado pequeña para introducir papeles', advierte Ágata. 'Creo que el diseño del mobiliario urbano debería ser mejor pensado', se queja.
- Sirenas atronadoras. '¿Hasta cuándo las ambulancias y los coches de policía van a seguir atronando durante las noches por las calles de Madrid?', se pregunta un médico de nombre Alfonso. 'Creo que deberían emplearse las sirenas sólo cuando sean estrictamente necesarias, pero nunca a lo largo de todo el recorrido; en muchas ocasiones, sería suficiente el empleo de la señal óptica, pero en ningún caso el despliegue a todo volumen de la señal acústica, perfectamente audible con una intensidad más baja. Es un verdadero escándalo ese ruido atronador', agrega, 'que llena de miedo a todos cuantos el aullido de las sirenas despierta por la noche, máxime en verano, porque en Madrid dormimos con las ventanas abiertas por el calor'.
- Revisen el callejero. 'Alguien debería revisar el callejero de Madrid', propone Manuel, 'sobre todo el de barrios como Moratalaz o Entrevías, cuyas calles presentan numeraciones muy difíciles de localizar, a través de trazados con recorridos caprichosos o con discontinuidades que nadie acierta a descifrar', se lamenta.
- La música alegra las calles y el metro. 'No veo por qué razón hay tantas cautelas con la música en las calles o en el metro', dice Bárbara. 'En definitiva, los músicos alegran la vida y contribuyen a reducir la tristeza que una ciudad tan desorbitada como Madrid produce en ciudadanos y visitantes'.
- Grúas mal estacionadas. 'Me gustaría mucho ver que las grúas municipales, tan atentas a las infracciones por estacionamiento indebido de los demás automóviles', indica María del Carmen, 'respeten por su parte las normas que dicen aplicar. Es cada día más frecuente verlas estacionadas en lugares prohibidos, pero no a una o dos, sino a verdaderas hileras de grúas, al acecho de todo automovilista o motorista incauto'.
- Información sobre circuitos alternativos. 'Creo que la Dirección General de Tráfico debería informar mejor sobre los circuitos alternativos para el regreso o la salida de Madrid por algunas arterias, sobre todo la carretera de A Coruña', pide Cecilio. 'Me resisto a creer que sólo existan cuatro carriles de autovía, cuando hay un sinfín de vías locales que pueden emplearse para desatascar las principales rutas de la red de carreteras', apostilla este lector.
- Un nuevo diseño de señales de tráfico. 'Algunas señales de tráfico han pasado a formar parte, automáticamente, de los hábitos visuales de muchos conductores, por lo cual ya no se interpretan sus mensajes', dice Marcos. 'Yo creo que sería hora de plantearse su sustitución por otras con un colorido más vivo, incluso con otro diseño más llamativo', sugiere.
- Pobres palomas. 'Cada día da más pena ver a las palomas en Madrid, con su aspecto sombrío, oscuras por la contaminación', se lamenta Ángela. '¿No hay nadie que tenga alguna fórmula para impedir que estos animales tan urbanos sufran tanto? Sé', añade, 'que hay mucha gente que odia las palomas, pero yo me pregunto si las pobres tienen alguna posibilidad de mostrarse distintas'.
- Pocas bodas. 'Cada día se ven menos bodas por Madrid', comenta Julia. '¿Quién tendrá la culpa?', se pregunta.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.