La Beneficència exhibe el tesoro de monedas árabes hallado en Valencia

La sala de la primera planta del Centre Valencià de Cultura Mediterrània La Beneficència está casi oscura. Al fondo detrás de unos velos blancos se ve un vidrio iluminado por el brillo áureo del tesoro de la calle de Santa Elena. Se trata de las 1.940 monedas islámicas de oro que el trabajador Antonio Martínez Villaescusa encontró el pasado 12 de marzo cuando daba forma a golpes de azadón a una zanja destinada a alojar los cimientos de un edificio del Instituto Valenciano de la Vivienda. Las monedas se encontraban en una vasija que se rompió cuando Martínez Villaesculas daba golpes con su azadón. Desde entonces, las monedas han pasado a manos de un equipo de investigación. El consejero de Cultura, Manuel Tarancón, y el presidente de la Diputación de Valencia, Fernando Giner, presentaron ayer los resultados de la investigación sobre las monedas de oro. Si en marzo habían contado 1.833 monedas ahora ya son 107 más y, según constató Tarancón, es el 'conjunto más importante de tesoro que se ha encontrado en territorio valenciano'.

¿Cuál es el valor de este hallazgo excepcional?, querían saber los periodistas. Manuel Tarancón respondió con otra pregunta: '¿Cuál es el valor de la Dama de Elche? Son piezas únicas y no pueden valorarse con parámetros materiales', dijo. El primer análisis demuestra que los dinares y las fracciones de dinares que suman las 1.940 piezas -un total de 3,47 kilos- están en un estado de conservación excelente. El equipo de investigadores sólo les quitó la cal o la tierra que contenían. Según Pere Pau Ripollés, profesor de la Universidad de Valencia, los dinares permanecen en un estado excelente: 'El oro no se oxida y por eso está en condiciones tan perfectas. Hay algunas que están deterioradas pero es por la técnica de fabricación', señaló. El grueso de las monedas data del siglo X y XI, de tiempos del califato de Córdoba y de los reinos de Taifas. Su valor histórico es incalculable. Lo que sí se sabe es cuál era el valor comercial. Por tres dinares se podía comprar 'una mujer gallega', según se desprende de los estudios de documentos históricos realizados por el islamista Tauwfic, miembro del equipo del profesor Ripollés.