La patronal Cierval galardona a siete ex presidentes en su 20º aniversario

La patronal autonómica Cierval galardonó ayer a los siete presidentes que han dirigido la organización en sus 20 años de existencia. El presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, se encargó de entregar la medalla de oro de la institución a Vicente Iborra, Pedro Agramunt, José Roca, José María Jiménez de Laiglesia, José Luis Montes Tallón, y a título póstumo a José Llorca y Francisco Arenós. El propio Zaplana recibió de manos del actual presidente de Cierval, Rafael Ferrando, una placa conmemorativa del 20º aniversario.

En su intervención ante la asamblea de la patronal, Ferrando destacó como grandes retos la implantación del euro, la internacionalización de la empresa valenciana, y todos los efectos que conlleva la globalización. El dirigente patronal, que puntualizó que la globalización no es buena ni mala en sí misma, sí alertó de los riesgos que entraña, entre ellos 'los procesos de concentración que interfieren en la sana competencia'.

Según Ferrando, los empresarios deben planificar sus negocios en términos de desarrollo sostenible. 'Hay que solucionar los problemas del agua, el tratamiento de residuos y la extracción de materias primas', dijo.

El presidente de los empresarios valencianos se refirió también a la energía como 'uno de los problemas seculares que pueden afectar al crecimiento económico valenciano'. 'La demanda en España supera la media europea y, cuando se producen desajustes con la oferta, o bien se resiente el servicio o bien se encarecen los precios. Las empresas', añadió, 'necesitan un abastecimiento de energía a precios competitivos y que garanticen calidad y cantidad del suministro a medio y largo plazo'. Ferrando abogó entonces por la construcción de una gasificadora en el norte de la Comunidad 'que resuelva muchos de los problemas actuales'.

El dirigente de Cierval mostró la preocupación de los empresarios por el crecimiento de la inflación y emplazó a la Administración a lograr a corto y medio plazo una situación de superávit. 'No estamos hablando de equilibrar presupuestos incrementando la presión impositiva, sino a elaborar políticas de gasto público que recorten el gasto corriente e incrementen el esfuerzo inversor'.

Ferrando reclamó cuando se está debatiendo el modelo de financiación autonómica, que los nuevos recursos financieros se destinen a a inversión, especialmente a infraestructuras y de aporte tecnológico. La patronal se mostró partidaria de que la recaudación del IVA y los impuestos especiales dependan de los consumos y no de la residencia del contribuyente. También destacó la necesidad de una mejor comunicación entre las universidades y las empresas en la transferencia de tecnología.

Ferrando, con Zaplana a su lado, aprovechó para pedirle que la Comunidad lidere el foro de las regiones europeas.

Zaplana agradeció el apoyo de los empresarios al Consell en la defensa de proyectos como el Plan Hidrológico Nacional y el AVE. El presidente defendió su política económica e insistió en que la Comunidad atraviesa 'un buen momento'. Acerca de la pérdida de la la condición de Objetivo 1 por parte de la Comunidad tras la ampliación de la UE hacia el este, Zaplana aseguró que la autonomía seguirá recibiendo fondos europeos aunque pierda la condición de región desfavorecida.

Por último, el presidente subrayó, en contra las críticas, que la comunidad 'tiene un nivel de deuda razonable y dedica menos del 4% del PIB a remunerarla.