Villalobos: 'La gente me felicita por la calle'
La ministra de Sanidad, Celia Villalobos, se defendió ayer del alud de críticas a su decisión de retirar del mercado el aceite de orujo. 'La gente me felicita por la calle', llegó a decir, al tiempo que atribuyó a actitudes machistas parte de las críticas. También aseguró que los productores podrían haber estado al corriente de que su aceite contenía sustancias tóxicas. Villalobos hizo estas declaraciones en presencia de representantes de Sanidad autonómicos como la balear Aina Salom, y el andaluz Alfonso Perales, durante la Conferencia Sectorial de Consumo celebrada ayer en Barcelona.
Ante los periodistas, la ministra defendió su actuación: 'He hecho lo que considero que es mi obligación. Es mi competencia, mi responsabilidad y, si no fuera capaz de asumirla, ya me hubiera ido a casa'. Dijo que habría 'cometido un delito' si hubiera pactado con el sector la retirada silenciosa del producto. La ministra insistió en que el aceite fue retirado mediante una alerta sanitaria 'porque las 11 muestras analizadas estaban muy por encima' de los parámetros seguridad.
'Cautelar y temporal'
Sobre la repercusión que la retirada de las partidas pueda tener para los industriales, Villalobos afirmó que 'el ministerio tiene la obligación de defender a los consumidores' por encima de los productores. La titular de Sanidad recordó que la medida de su ministerio es 'cautelar y temporal' y aseguró que 'en el momento en que el aceite cumpla los niveles sanitarios volverá al mercado'.
La ministra asumió las críticas. 'Cuando se tiene una responsabilidad política tan sensible como la sanidad y el consumo, las críticas se asumen', afirmó, aunque pidió que sean 'lo menos machistas posibles'. También dijo: 'Yo no he escuchado tantas críticas, porque la gente me felicita por la calle'. Y, al preguntársele si algún consejero le había pedido la dimisión, respondió: 'Si a alguien se le ocurriera, y si se le ocurre a alguien tendrá que ser un socialista, le diré que dimita él. Yo no tengo la intención de dimitir'.
La titular de Sanidad descargó su posible responsabilidad en el retraso en la detección de los altos niveles de benzopireno indicando que su ministerio sólo puede actuar 'cuando el aceite llega al supermercado'. En similar línea autoexculpatoria y de atribuir a otros el germen del conflicto, rechazó ser causa de la alarma social, que imputó a los medios de información. La ministra añadió que, para no alarmar, estaba dispuesta a no difundir los análisis de las 11 muestras de orujo. Algunos asistentes a la reunión pidieron a Villalobos que en el futuro sean informados con más tiempo de sus decisiones.
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