Bush evita que el Senado debata la prohibición de las pruebas nucleares

La Casa Blanca ha intentado impedir que el Senado de EE UU someta de nuevo a votación el Tratado de Prohibición Completa de Pruebas Nucleares, que la misma Cámara se negó a ratificar hace casi dos años. Según The New York Times, Bush ha buscado fórmulas constitucionales que le permitan retirar del Senado el texto del acuerdo. Dado que los asesores del presidente le han comunicado que el asunto no está ya en sus manos, sino en las de los senadores, Bush se va a limitar a asistir al entierro político de la ratificación, ya que los demócratas no podrán aprobar el texto solos. Aunque mantiene su apoyo a la moratoria en pruebas subterráneas, Bush cree que puede ser necesario realizar pruebas para garantizar la capacidad del arsenal nuclear.

Algunos republicanos moderados estarían dispuestos a aliarse con los demócratas en esa nueva votación en el Senado, pero su apoyo sería insuficiente, porque la ratificación no se aprueba con mayoría simple, sino con dos tercios de la Cámara; es decir, 67 de los 100 senadores. Sólo 77 de los 161 países que han firmado el acuerdo han concluido también el proceso de ratificación parlamentaria. Sin embargo, los países que más vigor darían al tratado se resisten a ratificarlo; es el caso de Estados Unidos, China, India, Pakistán, Israel y Corea del Norte.

Los republicanos de mayor peso en el partido consideran que la firma del tratado compromete la seguridad de EE UU, porque sin pruebas nucleares se debilita la capacidad militar y se hace más complicado detectar los avances en este terreno de los países que pueden ser hipotéticos enemigos. Los demócratas rechazan este argumento y aseguran que los científicos pueden mantener el arsenal al día sin pruebas nucleares.