Apaga y vámonos
Las compañías eléctricas han empezado a ponerse la venda antes de la herida acusando a ayuntamientos, comunidades autónomas y organizaciones ecologistas de ser los principales responsables de los problemas de suministro que puedan producirse este verano en algunas zonas. Según la interpretación de las empresas, las corporaciones locales y los ecologistas estarían obstaculizando la autorización de permisos de renovación de la red. El pretexto es uno más de los manejados para justificar la notoria pérdida de calidad del servicio eléctrico durante los últimos años; el otro gran argumento es la rebaja de las tarifas que, según las compañías, ha deteriorado sus ingresos y socavado su capacidad para invertir en generación y distribución.
La fertilidad de algunas compañías para encontrar pretextos y su capacidad para manejar el eufemismo -por ejemplo, cuando distinguen entre apagones y problemas puntuales de suministro- no puede ocultar hechos incontrovertibles. La pérdida de calidad y los problemas de suministro que puedan darse este verano se deben en primer lugar al descenso de las inversiones en mejorar la red de distribución. Las eléctricas han preferido utilizar el dinero que perciben de las tarifas en invertir en América Latina, desarrollar dudosos planes de diversificación o apuntarse a negocios tecnológicos y de telecomunicaciones que hasta ahora son un lujo poco rentable.
Pero es que, además, las eléctricas españolas han ingresado en los últimos cuatro años más de 500.000 millones de pesetas, pagados imperativamente en la tarifa por todos sus clientes, en concepto de garantía de potencia, es decir, para asegurar que todas las empresas y los hogares españoles dispondrán sin excepción de la energía que necesiten y en condiciones de calidad. Es lícito por ello preguntarse si los temores de problemas de suministro avanzados por algunas eléctricas responden a la realidad, en qué han invertido las compañías el dinero extraído a los ciudadanos y si el Gobierno, que tan diligente se muestra en regular otros aspectos del negocio, estaría dispuesto a reclamar la devolución del dinero pagado por los usuarios a cambio de una garantía que no se cumple.
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