Modrego escalona hasta el 2003 la prohibición de la munición de plomo

La prohibición de la caza con munición de plomo en los humedales de la Comunidad no será realidad hasta dentro de año y medio. Según explicó ayer el consejero de Medio Ambiente, Fernando Modrego, el borrador del decreto que ha elaborado la consejería para aplicar el real decreto que limita a nivel nacional el uso de esa munición, documento que ayer fue entregado a los cazadores, prevé implantar escalonadamente la medida. Así, para esta temporada, la munición no podrá superar los 34 gramos de plomo por cartucho (algunos superan los 42 gramos), cifra que será reducida en la campaña próxima a 32.

Asimismo, el 1 de enero de 2003 la prohibición del uso del plomo será total en los humedales correspondientes a dos niveles de protección: el A, en el que se incluyen los enclaves valencianos (de momento seis) que integran la lista Ramsar, el convenio internacional de protección de zonas húmedas más importante; y el B, con todos los espacios listados en el Catálogo de Zonas Húmedas de la Comunidad Valenciana. Un año más tarde, el 1 de enero del 2004, la prohibición se extenderá a los acotados de aves acuáticas, tres cazaderos que no son estrictamente humedales pero en los que la presencia de aves acuáticas desaconseja allí el plomo.

Según explicó Juan Quiles, presidente de la Federación de Caza Valenciana, los cazadores están ya concienciados de que se ha de suprimir el uso de esta munición, que provoca la muerte por intoxicación de plomo (plumbosis) en las aves que ingieren perdigones junto a las piedrecitas que depositan en su molleja. De los 65.000 cazadores federados en la Comunidad 10.000 predan sobre aves acuáticas (otros 10.000 de forma esporádica). Y la prohibición implica el cambio de sus escopetas (entre 100.000 y 200.000 pesetas los modelos estándar) por otras que resistan la presión de los perdigones de acero.

La federación firmó ayer con la consejería un convenio de colaboración (23 millones de pesetas, por los 10 millones del año pasado) para mejorar los cotos y la calidad de las especies cinegéticas.