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Helena González deja en las paredes de una galería su huella vanguardista

La artista realiza en 'El Otro' una reflexión sobre la identidad

Un gran río azul de palabras y frases recorre desde ayer las paredes de la galería bilbaína Bilkin (Heros, 22), una enorme y concienzuda pintada que cierra la temporada de la sala. Se trata de la exposición El Otro, de la artista Helena González Sáez, que se inauguró ayer y se podrá visitar hasta el 27 de julio. La autora bilbaína pinta directamente sobre las paredes, aplica esculturas sobre ellas y huye de enmarcar sus creaciones, en un intento de que el arte se convierta en una comunicación con el visitante.

Desde ayer y hasta el próximo 27 de julio, día en que la galería Bilkin cerrará sus puertas hasta septiembre, la artista Helena González Sáez (Bilbao, 1964) será quien ocupe sus paredes. Y en este caso, literalmente. La obra de la autora bilbaína tiene como soporte las propias paredes de la sala. En ellas, su creación vanguardista se hace obra física, se extiende y se muestra como ella desea, sin límites. Su evolución artística forma parte de un proceso que ella misma relata. 'Empecé conservando el marco rectangular e incluyendo texto dentro. Luego el texto se empezó a salir del marco. Eso fue en 1997. El marco, entonces, se fue haciendo más pequeño hasta que desapareció. Se acabaron los marcos rectangulares. Ya no hubo más marcos', concluye.

A partir de ahí y en ese ansia de expansión, González Sáez ha llegado hasta lo que ahora muestra bajo el título de El Otro. 'Éste es el resultado entre relaciones. El Otro es una identidad que surge de las relaciones interpersonales y las profesionales. He querido hacer un manifiesto sobre esta forma de identidad, que se realiza al abrirse a otro', comenta.

La artista, a la que Bilkin llevó este año a la tercera edición de la feria de arte contemporáneo Tránsito, asegura que su trabajo sigue 'las tendencias actuales' ya que abandona los soportes y los canales tradicionales. 'Mi obra está orientada hacia afuera, se corresponde con la idea de abrirse', explica y agrega que no le preocupa que su creación desaparezca cuando se pinten de nuevo las paredes de la sala. 'No siento ninguna necesidad de permanencia'.

Además de las letras, González Sáez hace uso de esculturas para formar sus trabajos, aunque ella rechaza ese nombre para sus creaciones. 'La escultura es otra forma de pensar las cosas. Lo que yo he hecho sigue siendo plano, tiene más que ver con el recortable, con la idea de collage. Mi trabajo se relaciona con el dadaísmo y el surrealismo', apunta.

Helena González Sáez empezó pintando en la adolescencia, ya entonces 'cosas muy surrealistas, de huir hacia adelante'. Para la artista todo ello tiene que ver con la 'búsqueda del lugar que uno tiene' y González Sáez lo ha encontrado en 'el intercambio de sensibilidades' con los demás, en no cerrarse, en abrirse. 'Pienso que el arte en el futuro, si se quiere seguir llamando contemporáneo, tiene que salir a buscar al otro', agrega.

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