Continúa en Lima la purga de las filas fujimoristas

Vladimiro Montesinos abandonó Venezuela a bordo de un avión Antonov con 7.000 dólares (1,3 millones de pesetas) en el bolsillo y dejando al país sumido en las conjeturas y en un crispado enfrentamiento entre el Gobierno y la oposición. El ministro del Interior y Justicia de ese país, Luis Miquilena, reconoció que mandos de la policía en activo protegieron al fugitivo y han sido arrestados. Negó, sin embargo que algún miembro del Gabinete esté implicado.

Mientras tanto, el juez peruano anticorrupción Jorge Barretó dispuso la detención domiciliaria de quien fuera viceministro de Economía, Alfredo Jalilie, con cargos de apropiación ilegal de recursos públicos, y libró una orden de detención contra Víctor Aritomi, cuñado de Fujimori y ex embajador de Perú en Tokio. La purga de la Administración fujimorista continúa. El titular de Interior venezolano declaró al diario limeño El Comercio que los detenidos 'son bastantes e importantes; algunos son jefes policiales, pero hasta ahora no hay vinculaciones políticas con funcionarios del Gobierno. Eso lo estamos investigando'. Montesinos, según Miquilena, pidió hablar con él, pero rechazó la solicitud. 'Quería que a cambio de informaciones que él nos diera y otras cosas más, nosotros lo dejáramos aquí'. Analistas peruanos sostienen que todavía hay gato encerrado sobre las circunstancias en que se produjo la detención. 'No sabe nada el presidente Chávez, ni el ministro de Defensa, ni el de Interior o el canciller', señala Castro. 'Y el que no puede negar que sabe mucho, Iliécer Otayza [destituido jefe de la DISIP, policía secreta venezolana], además de estar preso, tiene prohibido hablar'. Quienes denuncian la supuesta protección dispensada por el presidente Hugo Chávez a Montesinos argumentan que responde al asilo concedido por Perú en 1992 a 93 militares leales al entonces teniente coronel Hugo Chávez, participantes en el frustrado cuartelazo contra Carlos Andrés Pérez.