'Málaga 2003' ni espera, ni se para; hay que abrir el PSOE'
Pese al fuerte rechazo que en algunos sectores del PSOE ha provocado la plataforma ciudadana Málaga 2003, y que ha obligado a la secretaria provincial, Marisa Bustinduy, a echar el freno en el apoyo decidido que en principio le dio, su principal promotor, el arquitecto Carlos Hernández Pezzi no se siente en absoluto decepcionado. 'Me encuentro más ilusionado o más estimulado porque creo que exactamente es el camino que hay que emprender, producir un debate profundo y ayudar a que la gente tome postura', asegura. El ex militante de Izquierda Unida y Nueva Izquierda está convencido de que la 'tormenta' producida en el seno del PSOE demuestra que la plataforma tiene razón en algunos de sus postulados y, sobre todo, reivindica la necesidad de debatir ideas y elaborar un proyecto de ciudad ilusionante.
Pregunta. ¿La decisión de la dirección provincial de distanciarse de la plataforma a la que Bustinduy había dado pleno apoyo supone un golpe para el proyecto?
Respuesta. En todo momento me siento apoyado por Marisa Bustinduy y Salvador Pendón [secretario de Política Municipal de la ejecutiva regional]. Aunque a algunos todavía les parezca incomprensible, nosotros estamos haciendo la política del 35 Congreso y estos reveses son producto de malentendidos, creo que la gente no ha captado el mensaje del todo. Nuestros objetivos eran demasiado modestos al principio, yo esperaba reacciones, pero no tan potentes como las que se han producido. Creo que la tormenta que se ha producido es porque estamos dando en un sitio donde se debe producir un cambio.
P. ¿Cree que el PSOE permanece anclado a estructuras orgánicas que se resisten a dar pasos de apertura?
R. En el PSOE existen familias que pactan y se reproducen y van generando grupos que no hacen tanto política o debate como alinear personas. La plataforma, al lanzarse sin candidato, por mucho que se haya dicho que era una promoción, es oportuna porque han aflorado pactos entre familias y personas y saca a la luz candidatos no declarados pero sí autopostulados. Puede que el método que hemos propuesto no sea ortodoxo para el partido, pero la sociedad necesita transparencia.
P. Quienes han rechazado la plataforma sostienen que en realidad es un movimiento para preparar su candidatura a las primarias.
R. Sería mucho más fácil si yo hubiera dicho eso, pero es que no se trata de un movimiento con un candidato, sino de producir un debate de ideas para realizar unas propuestas y que el candidato que se elija cuente con nuestro apoyo porque asume ese programa. Por eso invitamos a todos.
Málaga 2003 es una plataforma modesta, que no tiene pretensiones de constituirse en grupo de poder ni de presión, y esto es muy extraño para mucha gente que se cree que tenemos capacidades ocultas y enseguida ha provocado una reacción desmedida, desmesurada, nerviosa.
P. ¿Aspira a ser candidato?
R. Tengo dos aspiraciones. Una, que no me tomen el pelo en los procedimientos de los aparatos. Y dos, comprometerme con esta ciudad en lo que haga falta. No niego que ser candidato es un honor que no se puede rechazar, pero no se puede uno proponer y me parece que hay personas más idóneas que yo.
P. Insiste en que la plataforma no parte del partido, pero sus cabezas visibles son militantes socialistas y también lo es la inmensa mayoría de quienes acudieron al acto de presentación.
R. No puedo negar que siendo del PSOE y saliendo en una mesa con Enrique Salvo, que es delegado de la consejería de Obras Públicas, la gente no identifique que es una cosa del PSOE. Pero es una propuesta que viene a cubrir un vacío que no llena el PSOE, y que lo llena una sociedad civil que está fuera, expectante a ver si en Andalucía se traducen los cambios producidos tras la llegada de Rodríguez Zapatero a la secretaría general.
P. ¿Asume algunos fallos de estrategia como plantear cuestiones que afectan a asuntos tan internos del partido como las listas o el censo?
R. Admito el error de no haber calibrado la reacción de los secretarios de las agrupaciones, pero en cuanto al control democrático, la tormenta de reacciones me reafirma en que hemos acertado. Por ejemplo, hemos hablado de limpieza del censo y resulta que se está produciendo un proceso federal de renovación de los censos. En otras ocasiones ha habido operaciones de autobuses de voto, y creo que eso es una práctica que hay que eliminar porque si no, no se cree un discurso político de izquierda.
P. La dirección del partido ha invitado a la plataforma a que espere la puesta en marcha del proyecto Encuentros 2003. ¿Qué van a hacer ahora con Málaga 2003?
R. La plataforma no espera ni se para, estamos intentando una experiencia que el partido va a repetir en otras capitales. Estamos convencidos de que el PSOE debe abrirse a la sociedad. La plataforma, que ya se ha visto que no es algo del partido como tal, tiene su propia autonomía, trataremos de invitar a más gente que quiera añadir algo más a los valores que ya tiene el partido.
Sí he captado que hay una acogida fantástica y me pregunto si hubiera sido igual si la plataforma la hubiera convocado el partido, que todavía tiene que ganarse la confianza que perdió de la ciudadanía de Málaga. Respetando la historia del PSOE en esta ciudad, es evidente que ahora no cuenta con un apoyo muy entusiasta, tenemos nueve concejales y poca hegemonía en los ámbitos de debate.
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