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BIOLOGÍA | Genética

Un estudio confirma que no hubo paso de genes de bacterias al genoma humano

Los genes comunes a bacterias y humanos no han saltado directamente de unas a otros, sino que fueron heredados de antecesores comunes, afirman los investigadores, cuyas pruebas están solucionando ahora una disputa evolutiva y aplacando los temores sobre los organismos genéticamente modificados.

Las secuencias del genoma humano publicadas el pasado mes de febrero contenían varias sorpresas. La conclusión del consorcio de secuenciación público en la revista Nature de que era probable que al menos 113 genes hubiesen saltado al genoma mediante 'transferencia horizontal' directamente de las bacterias, provocó un especial revuelo, pero los biólogos evolutivos se mantuvieron escépticos ante esta afirmación. En un mes, dos equipos de investigación estadounidenses han aportado pruebas para rechazar la afirmación.

El análisis original suponía que los genes compartidos por humanos y bacterias pero no por invertebrados como los organismos modelo de moscas, levaduras, gusanos y plantas son candidatos a la transferencia horizontal. Pero otros organismos podrían haber tenido el gen y después haberlo perdido, señala Jonathan Eisen, del Institute for Genomic Research, ligado a Craig Venter, el líder del equipo rival, que secuenció el genoma privado. 'Es un suceso común en la evolución', afirma Eisen, que volvió a analizar los datos de la secuencia, aumentando el número de especies de comparación. En muchos casos se encontraron genes similares en invertebrados como parásitos, esponjas y hongos, lo que descarta la transferencia horizontal de las bacterias a los vertebrados.

Pero el criterio definitivo para establecer si se ha producido la transferencia horizontal de genes es establecer árboles evolutivos para rastrear la genealogía del gen candidato, admite Eisen. Ahora, la publicación de estos árboles ha resuelto la cuestión. Establecidos para 28 de los candidatos a genes de transferencia horizontal, los árboles revelan que la mayoría de estos genes se encontraban también en otros ancestros distantes. Eso es lo que afirman Michael Stanhope y sus colaboradores de GlaxoSmithKline en Pensilvania: 'La presencia de un gen en los humanos se puede explicar, en consecuencia, por la existencia de ancestros comunes'.

Las bacterias intercambian a menudo genes, incluidos los de la resistencia a los antibióticos, pero la transferencia horizontal a los vertebrados o a otros organismos multicelulares es muy rara. Tal salto genético debería darse desde la bacteria a los óvulos o los espermatozoides, y el gen debería incorporarse al genoma para poder ser traspasado a generaciones posteriores. Los equipos esperan que, además de pacificar a científicos descontentos, estos resultados calmen los temores del público a la transferencia horizontal de los organismos genéticamente modificados.

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