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Belbel escenifica el humor absurdo y transgresor de Jardiel Poncela

El Centro Dramático Nacional estrena hoy 'Madre (el drama padre)'

Miguel Ángel Villena

Sergi Belbel ha calificado a Enrique Jardiel Poncela como uno de los mejores dramaturgos del siglo XX y se ha declarado entusiasmado con el montaje de Madre (el drama padre) que hoy estrena el Centro Dramático Nacional (CDN). Se trata de la contribución de la compañía pública al centenario de un maestro del teatro del absurdo y de la transgresión. 'El teatro de Jardiel mantiene hoy toda su vigencia', dijo el joven director catalán.

En una carta enviada en 1948, don Jacinto Benavente escribía a Jardiel Poncela: 'En su teatro, mi querido Jardiel, hay mucho que estudiar y mucho que aprender'. Sergi Belbel, uno de los autores y directores de teatro más premiados de las nuevas generaciones, recordó esta misiva la pasada semana al presentar el montaje de Madre (el drama padre). Desde la distancia generacional, Belbel señaló que no se trataba de un trabajo de oficio, sino del cumplimiento de un sueño. 'Hace años', comentó el director, 'Paloma Paso, nieta de Jardiel, me regaló las obras completas de su abuelo y me animó a montar alguna obra suya. Aquí estoy, al frente de 20 actores y de una puesta en escena que sorprenderá y que ha precisado de un esfuerzo especial en materia de ambientación y de vestuario'.

La acción transcurre a caballo entre los años veinte y treinta y se centra en el pretendido matrimonio entre cuatro hermanas y otros tantos hermanos, que se ve dificultado el mismo día de la boda por la imprevista noticia de que, ni más ni menos, los ocho son hermanos entre sí. El argumento ya brinda una magnífica idea de la capacidad de transgresión, de la visión iconoclasta y de la dinamita teatral que Enrique Jardiel Poncela (Madrid, 1901-1952) desplegó en obras, como la que se estrena hoy, o en textos como Usted tiene ojos de mujer fatal -que se representa en la actualidad en el teatro Real Cinema, de Madrid-, Los ladrones somos gente honrada o Como mejor están las rubias es con patatas.

Muy enérgico se mostró Belbel cuando manifestó que sería un error considerar a Jardiel Poncela como un 'autor de comedietas, porque nos encontramos ante un gran autor de comedias con un punto de sofisticación insólito'. 'Todas sus obras', agregó el director, 'son una radiografía de una sociedad difícil, de una burguesía muy hipócrita'.

Aunque se trata de una obra coral -dividida en un primer acto más lento y en un segundo mucho más desenfrenado y enloquecido-, Blanca Portillo asume uno de los papeles principales. La hoy famosa intérprete de televisión y de cine ya encarnó el rol de Maximina cuando era una estudiante de Arte Dramático. 'Casi me di contra el techo de la alegría que tuve cuando me ofrecieron el papel. Como todos los personajes de Jardiel Poncela, Maximina tiene un punto de locura'. Blanca Portillo encabeza un largo reparto de actores, en su mayoría jóvenes, acompañado de un equipo técnico que cuenta con nombres como Albert Guinovart (música), Max Glaenzel y Estel Cristiá (escenografía), Javier Artiñano (vestuario) y Juan Gómez-Cornejo en la iluminación.

Renovador del teatro cómico español, tanto en los años republicanos como en la posguerra franquista, Jardiel Poncela se curtió como guionista en Hollywood, donde permaneció durante los años 1932 y 1933. Llegó a estrenar un total de 27 títulos, pero encontró la animadversión de la mayoría de una crítica acomodaticia y desconcertada por un teatro vanguardista, imaginativo y original. Como ha señalado el teórico del teatro José Monleón, 'en definitiva, Jardiel eligió en nuestro teatro la libertad, aunque para ello hubiese de cultivar lo inverosímil'.

Pero el teatro de Jardiel ha crecido con el paso de los años, si bien muchos teatreros se lamentan del escaso eco de su centenario. Esta laguna intenta cubrirla el Centro Dramático Nacional (CDN) con el montaje de Madre (el drama padre), que permanecerá en cartel desde hoy y hasta el próximo 2 de septiembre, dentro de la programación de Los Veranos de la Villa.

Las obras de reforma del teatro María Guerrero, sede habitual de la CDN, han obligado a la compañía pública a representar este montaje en La Latina. Con un calendario de rehabilitación que concluirá, en principio, el año próximo, el CDN utilizará los escenarios de La Latina y de La Abadía para mostrar sus producciones.

Escena de Madre (el drama padre), de Jardiel Poncela, que dirige Sergi Belbel.
Escena de Madre (el drama padre), de Jardiel Poncela, que dirige Sergi Belbel.CHICHO

Renovar la risa

'La risa renovada. Ése fue el propósito que me empujó años atrás a la escena y que en ella me mantiene: renovar la risa. Arrumbar y desterrar de los escenarios de España la vieja risa tonta de ayer, sustituyéndola por una risa de hoy en que la vejez fuera adolescencia, y la tontería, sagacidad. Y a esa risa joven y sagaz, cuyo esqueleto estaba hecho de inverosimilitud y de imaginación, inyectarle en las venas lo fantástico y llenarle el corazón de ansia poética'. Así se expresaba el dramaturgo en una conferencia pronunciada en Buenos Aires en 1944.

Esta visión estética y social de su teatro convirtió a Jardiel Poncela en un personaje incómodo, tanto para el público mayoritario como para la crítica conservadora. Por ello, tanto los responsables del Centro Dramático Nacional como el director y los actores de Madre (el drama padre) se han tomado como una cruzada de reivindicación la obra que se estrena hoy. 'Jardiel es de los pocos autores que te dispara la imaginación', apostilló Sergi Belbel.

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