Los jugadores critican las bolas elegidas para ralentizar el juego
Si lo que pretendían era ralentizar el juego y dar más opciones a los jugadores de toque, los organizadores de Wimbledon han equivocado la estrategia. Las bolas que se utilizan este año en la catedral son extremadamente duras y cuesta moverlas, según denunciaron ayer Sergi Bruguera, el ruso Marat Safin y Félix Mantilla. 'Nunca conseguí vencer a la bola', confesó Bruguera, que ayer fue eliminado en la primera ronda por el norteamericano Taylor Dent, que este año no ha superado una segunda ronda en torneo alguno. 'Con las bolas que se utilizan lo único que se logra es potenciar más aún a los grandes pegadores'.
Hace algunos años que la Federación Internacional de Tenis está buscando fórmulas para conseguir que el juego sobre tierra batida sea más rápido y el de pistas de hierba más lento. La mejor solución que se ha encontrado hasta ahora es buscar nuevas fórmulas respecto a las bolas. Pero el fracaso es notable. París endureció incluso las pistas de Roland Garros y puso bolas muy rápidas para animar a Pete Sampras a prepararse para ganar el torneo. No lo consiguió. Y Wimbledon ha endurecido las bolas para evitar que el juego sobre hierba se convierta en una concatenación de saques, restos y algunas voleas. Tampoco se ha logrado evolución alguna.
'Si tienes la fuerza suficiente para controlar la bola, entonces consigues que le llegue a tu rival una auténtica bala con mucho peso', agrega Bruguera. 'No son bolas que favorezcan a los jugadores de toque ni a los liftadores como yo. Aunque la enrosques mucho no coge el efecto. Y lo más grave es que este tipo de bolas se está implantando en Europa. Así que cada vez vamos a tener un tenis de más fuerza y de menos talento'.
Según Bruguera, las bolas tuvieron gran parte de culpa en las 20 dobles faltas que cometió y que le hundieron irremisiblemente (llegó a perder 6-0, 5-0). Después, Marat Safin ratificó las tesis del español: 'Son auténticas piedras'. Félix Mantilla confesó tras imponerse al francés Michael Llodra, que tenía el brazo destrozado. 'Las bolas están duras y pesadas, y debes tener mucha fuerza para que salgan'. Bruguera concluyó: 'Para mí lo que se juega en Wimbledon no es tenis. Todo lo que he aprendido desde los seis años aquí no me sirve. Y es el único sitio donde me ocurre. Puede que a los ingleses les guste lo que aquí se juega. Pero yo nunca veo este torneo por la tele. No me gusta'.
Sin embargo, Marta Marrero, que junto a Cristina Torrens y Àngels Montolio pasó a la segunda ronda, aseguró: 'No encuentro las bolas especialmente duras. Son similares a las de los demás torneos'. Marrero salvó ayer cuatro bolas de partido antes de eliminar a la surafricana Joanette Kruger. Y Montolio salvó una antes de vencer a Virginie Razzano. Ellas presentaron el mejor aspecto de una jornada en la que el balance español no fue lo que se dice positivo, con cuatro victorias y siete derrotas.
