La 'operación Geovanni' pone al Barça bajo sospecha

Las sospechas sobre las comisiones acosan al Barça. La junta confirmó el lunes el fichaje de Geovanni, el delantero brasileño del Cruzeiro, por 3.400 millones de pesetas (unos 18 millones de dólares). La suma del traspaso, el segundo más caro en la historia de Brasil tras el de Denilson, la facilitó José Perella de Oliveira Costa, presidente del Cruzeiro, en Barcelona. Las reacciones no se han hecho esperar: Jesús Pereda, ex jugador del club, y varios agentes de futbolistas aseguran, sin embargo, que la junta sabía que el precio del futbolista era en marzo de 2.200 millones de pesetas (12 millones de dólares) y no alcanzan a comprender por qué el traspaso se ha aumentado en 1.200 millones más.

El Barça mostró interés por Geovanni hace dos años, pero el ex presidente Josep Lluis Núñez frenó la operación al saber que el delantero estaba representado por el equipo de agentes que controla Josep Maria Minguella en Brasil. Núñez mantenía unas pésima relaciones con Minguella a quien apartó del Barça. Ahora, sin embargo, es asesor externo del presidente Gaspart y dice que ha dejado de representar a futbolistas.

El interés por Geovanni se reactivó en enero cuando Pereda descubrió al brasileño y le mostró videos al técnico Carles Rexach, entonces director-técnico, que aprobó el fichaje. El precio por Geovanni era de 2.200 millones de pesetas, según las gestiones de Pereda y Ángel Caballero, agente FIFA. Dos empresas españolas que gestionan trapasos coinciden en el precio: a una se lo ofreció en marzo el propio Cruzeiro y otra hizo una gestión por encargo del Barça.

Pero hace unas semanas, el traspaso se disparó. Antón Parera, director deportivo del Barça y Francesc Closa, vicepresidente y primo de Gaspart, viajaron a Brasil y Argentina antes del Barça-Oviedo. Su agenda incluía la negociación con el Cruzeiro. Pereda coincidió con ellos en Brasil, pero los dos directivos le apartaron de la negociación.

Antón Parera rechazó ayer las sospechas sobre las comisiones al asegurar que Geovanni costaba ya 3.400 millones hace medio año porque se tenía que incluir en esa cantidad un 15% de la suma para el jugador y otro porcentaje a la Federación Brasileña. Y luego añadió que Pereda nunca actúo en nombre del club y anunció que estudiarían jurídicamente una carta enviada por su agente FIFA que defiende su intervención en la operación.

Este diario intentó ayer, sin éxito, hablar con Minguella, aunque éste siempre ha rechazado la posible incompatibilidad que supone su antigua profesión con la que ejerce en el Barça. 'La fábrica de porquería empieza a funcionar', dijo no hace mucho, al tiempo que sostiene que el mercado brasileño es muy caro. No tiene la misma tesis Antonio Pagés, ex directivo de Núñez y conocedor del mercado brasileño. Pagés explicó ayer que el Burdeos, por ejemplo, acaba de fichar a Eduardo Costa, del Gremio de Porto Alegre, por 1.400 millones de pesetas y que es disparatado fichar por 2.200 a Rochembak, del Internacional. El tercer fichaje es Christanval (Mónaco) por 2.000 millones.

Rivaldo se sumó al conflicto al publicarse en Italia que el presidente del Lazio se había reunido con Ramón Arasa, agente FIFA, para negociar su traspaso. 'Es muy sospechoso. Arasa está estrechamente vinculado al despacho que tuvo Minguella', afirma en la página web el jugador, que acogió indignado las noticias llegadas de Italia. El futbolista añadió que Minguella no es su agente y que sólo le representa la empresa CSR, propiedad suya y de su compañero de selección César Sampaio: 'Mi único objetivo es cumplir mi contrato con el Barcelona y no quiero verme mezclado en situaciones en las que no tengo nada que ver. Sólo me iré del Barça si me lo pide el presidente Gaspart'.