Gisa deberá cambiar las canceladoras de varias estaciones de Renfe

Renfe incorporó varias estaciones de la primera corona con algunos meses de retraso a la integración tarifaria, pero no fue culpa de la empresa ferroviaria. Gisa, entidad dependiente del Gobierno catalán encargada de las obras, adjudicó las canceladoras de billetes a una empresa, Sainco, cuyas máquinas aún no estaban homologadas y, además, tardó más de lo previsto en cerrar las estaciones. El cierre de las estaciones para evitar el paso de personas sin billete era una de las condiciones establecidas en el convenio de integración de Renfe.

La instalación de canceladoras salió a concurso en marzo del pasado año y se adjudicó en julio por un importe de 729 millones de pesetas. Las canceladoras llegaron tarde porque la empresa que obtuvo la concesión no las tenía homologadas y, al final, tuvo que pedir que se las suministrara una competidora, según coinciden en explicar tanto Renfe como Gisa. El resultado es que algunas de las máquinas no son las adecuadas y no responden a las necesidades que establecía el concurso, y se deberán sustituir. Las máquinas a cambiar son, como mínimo, las de Clot, Sant Andreu Arenal, Arc del Triomf y, posiblemente, Sant Andreu Comtal y El Prat, según un portavoz de Renfe que justificó el hecho en la escasa velocidad y adecuación de las canceladoras actualmente instaladas. Los intentos de hablar con Sainco resultaron infructuosos. Gisa asegura que el problema es que no había máquinas como las requeridas en el mercado.

Renfe ha convocado un concurso para instalar canceladoras en 14 nuevas estaciones. Estas nuevas máquinas serán más modernas y rápidas, por lo que Cercanías procederá a cambiar las de plaza de Catalunya y trasladará a otros lugares las que ahora están en esta estación, para evitar colas en horas punta. Gisa asegura que el retraso en los cierres de estación fue, en parte, culpa de Renfe que tardó en dar los permisos. La empresa ferroviaria lo niega rotundamente.