Asesinado a tiros en Miami Platja el gerente de un prostíbulo

Agentes de la Guardia Civil de Tarragona localizaron ayer el cuerpo de Jesús Fuentes Checa, de 33 años, muerto a tiros en la puerta interior del chalé donde vivía en Miami Platja, localidad perteneciente a Mont-roig del Camp (Baix Camp). El suceso acaeció alrededor de la una y media de la madrugada del lunes y los vecinos confundieron los disparos con los sonidos propios de los petardos de la festividad de Sant Joan. La subdelegación del Gobierno de Tarragona explicó que Fuentes Checa era el gerente de un prostíbulo denominado Tamoure, situado en la población vecina de Cambrils. El citado local ha sido objeto de varias inspecciones judiciales y policiales por secuestro y atentado contra los derechos de los trabajadores, ya que en el citado local de alterne trabajan numerosas mujeres extranjeras.

El cuerpo de Fuentes Checa fue hallado a las seis y media de la mañana, varias horas después de su muerte en la entrada de su casa, un chalé situado en el número 45 de la calle Pintor Fortuny de Miami Platja. El cadáver fue localizado por un vecino que alertó a la policía. El cuerpo presentaba al menos cuatro impactos de bala procedentes de un arma corta y a su alrededor los agentes hallaron ocho cartuchos percutidos de nueve milímetros.

Petardos

Los vecinos de la calle Pintor Fortuny, una zona poco habitada de Miami, ya que está ubicada en el interior, junto a la montaña, aseguraron haber oído los disparos, pero los atribuyeron a los petardos y no prestaron mayor atención. Los vecinos se mostraron extrañados por el hecho de que los dos perros de la familia, de raza rotweiller -animales conocidos por su agresividad-, no hubieran ladrado en toda la noche. Por esta razón, los investigadores consideran que el agresor era conocido de los residentes de la casa y buscan en el entorno de la víctima y sus conocidos a los posibles asesinos del gerente del prostíbulo. Fuentes Checa vivía con su esposa y su hija pequeña junto con otra familia con la que compartían la vivienda.

Los agentes de la Guardia Civil se vieron forzados, tras el preceptivo mandamiento judicial, a disparar sendos cartuchos somníferos a los dos perros rotweiler para poder acceder al interior de la vivienda familiar. Los dos animales, con la ferocidad que les caracteriza, impedían el acceso a todo desconocido al jardín de la casa y no hubo más remedio que anestesiarles para que los agentes pudieran entrar. Los guardias civiles tardaron seis horas desde que fue descubierto el cadáver hasta que pudieron acceder a la vivienda.

El titular del juzgado de primera instancia e instrucción número tres de Reus decretó el secreto de sumario. Los agentes, que tuvieron que forzar las puertas del chalé propiedad de la víctima, inspeccionaron una furgoneta que estaba aparcada en la puerta y que servía, según los vecinos, para trasladar a las prostitutas del local de alterne a sus domicilios.