Un estafador, condenado a un año de cárcel y a devolver 117 millones a Telefónica

Un ciudadano senegalés de 40 años, Pathe K., ha sido condenado por la Audiencia Provincial de Madrid a un año de prisión y al pago de una indemnización que supera los 117 millones de pesetas a Telefónica Servicios Móviles (actualmente, Móviles España) por su implicación en la manipulación, con fines de estafa, de teléfonos móviles analógicos.

La sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, explica que, desde finales del año 1994 y hasta el mes de marzo de 1995, Telefónica Móviles España detectó la manipulación de teléfonos móviles analógicos comercializados con la marca Moviline, en los que se había llevado a cabo una modificación que se conoce como clonaje celular.

Este clonaje consistía en alterar los códigos de identificación del teléfono móvil (número de serie electrónico y número de abonado) y sustituirlos, previa identificación, por los de un abonado de curso legal de Telefónica, al que, sin su conocimiento, se le imputaba el consumo realizado.

Este sistema se utilizó fundamentalmente para hacer llamadas internacionales a través de locutorios 'ilegales', en los que la persona que las realizaba pagaba por la llamada un precio muy inferior al estipulado por Telefónica Móviles.

En el curso de las investigaciones realizadas para el esclarecimiento de estos hechos se constató que esos teléfonos clonados estaban conectados, entre otros, con el número del que era titular el acusado.

Números de serie

La sentencia añade que Pathe K. es quien proporcionaba a sus colaboradores en la estafa los números de serie y abonado que debían introducir en dichos teléfonos y que, a su vez, eran utilizados por él.

En la diligencia de entrada y registro efectuada en el domicilio del acusado se intervino un teléfono móvil totalmente manipulado, en el que se había cambiado el número de serie y preparado para admitir desde el teclado directamente los números de abonado y serie para permitir su uso.

Asimismo, en la cartera personal del procesado se halló una agenda con anotaciones manuscritas de números de serie y móviles clonados.

En un mueble del salón de su vivienda también se encontró una agenda con otros números de serie y abonados.

Todas estas parejas de números eran proporcionadas por el acusado a su red de colaboradores de los locutorios clandestinos para la finalidad anteriormente descrita. Desde finales de 1994 hasta marzo de 1995 se efectuaron miles de llamadas, por un importe total de 117.312.420 pesetas, cantidad que fue asumida por Telefónica Móviles.

El Tribunal de la Sección Primera de la Audiencia de Madrid entendió que Pathe K. era autor de un delito de estafa, por lo que le condenó a un año de prisión menor y a que indemnice a Telefónica Servicios Móviles, SA (actualmente Móviles España), con los 117 millones de pesetas defraudados mediante la manipulación de teléfonos móviles.