Todos los 'pases' del presidente

La política institucional de la Diputación de Alicante parece estar marcada por los gustos, preferencias y caprichos de su presidente Julio de España. Como buen aficionado al boxeo y al toreo ha convertido a estas dos materias en punta de lanza de su política. El caso más reciente es la convocatoria de tres premios de temática exclusivamente taurina de poesía, composición musical de pasodobles y de fotografías. Estos galardones, con unos premios que oscilan entre las 50.000 y 500.000 pesetas, se fallarán en las próximas fiestas de Fogueres.

El Premio de Poesía Taurina está dotado de 300.000 pesetas para la mejor composición poética y establece dos accésit de 100.000. Por otro lado, el Premio de Composición Musical de Pasodobles Taurinos va dirigido a compositores que podrán presentar un máximo de dos obras cada uno, de una duración aproximada entre cinco y diez minutos. El primer premio está dotado con medio millón de pesetas y hay dos accésit de 100.000. Por último, el Premio de Fotografía sobre temas taurinos también está bien muy bien dotado económicamente, con una primera categoría de 300.000 pesetas y se establecen cuatro accésit de 50.000. Éste ha sido, para el diputado del PSPV, Antonio Amorós, 'una prueba más y una evidencia del último capricho del presidente de la institución', declaró.

Pero, sin embargo, ésta no ha sido la única iniciativa que desde la Diputación de Alicante, impulsada por su presidente se ha puesto en marcha para fomentar la tauromaquia. Uno de los propósitos de Julio de España, del PP, fue el apoyo que decidicó a una escuela para toreros noveles que empezó a funcionar el Alicante. La política 'personalista, presidencialista y tradicionalista' de Julio de España no se limita sólo a los toros. Han sido famsosos, y en algunos casos polémicos, otros fastos como la celebración del Día de la Provincia, en el que la Diputación rinde homenaje a las damas y reinas de las fiestas de los pueblos, acompañados de sus alcaldes, que acuden a presenciar, invitados por la institución provincial, una corrida de toros extraordinaria con posterior paseo con calesas por el centro de Alicante y una cena de gala. También inspiraron comentarios de todo tipo el intento frustado de componer un Himno Provincial y su correspondiente escudo y bandera o la instalación de una escultura de Mortadelo y Filemón en los jardines de la Diputación.