El portillo de la Ley del Suelo

La Ley del Suelo vigente tiene un gran portillo que facilita la corrupción a los poderosos permitiendo la transformación de suelo no urbanizable en construible.Justifican su existencia para permitir desarrollos urbanos puntuales que un plan general no hubiera previsto, evitando el estrangulamiento urbano que ello implicaría. Parece fuerte, pero debería ser eliminado este paso de la Ley del Suelo.

Un Plan General de Urbanismo es algo muy serio, debe ser estudiado a fondo y no en plan parche, analizando todo el desarrollo de implantaciones futuras en el plazo fijado. Es posible que intencionadamente no se haga así. La corrupción que se desarrolla y se contempla frecuentemente llega a un punto tal, que, tras las elecciones municipales, la Concejalía de Urbanismo es la única disputada, hasta tal extremo, que ha habido municipios sin formar en meses por dicho motivo. Allí radica el juego de los pelotazos financieros-urbanísticos.

Es curioso que en el Ayuntamiento de Madrid, el intervencionismo y persecución a la actividad constructora e inmobiliaria sea tan intenso, implacable y lento persiguiendo centímetros de altura de cornisas, marquesinas, etcétera; tardanzas en concesión de licencias, y llega el escándalo de la transformación de la Ciudad Deportiva del Real Madrid, cambiándola en 225.000 metros cuadrados de uso terciario, y todo ello en 15 días. Previamente se anestesia a la sociedad con el fútbol y con la salvación de un club privado que ha derrochado miles de millones. La impresionante cifra de nueva construcción, que no soportaría un análisis urbanístico serio, se va a repartir entre un ente privado, el Ayuntamiento y la Comunidad.