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CINEMA JOVE

El festival se cierra hoy sin un claro candidato a la Luna de Valencia

Finalizadas las proyecciones de la competición de largometrajes, la alemana Berlin is in Germany, de Hannes Stöhr, y la australiana Chopper, de Andrew Dominik, (que prepara un agresivo lanzamiento en España para el mes de julio) se han erigido en las favoritas del público. Pero eso no quiere decir que el jurado, presidido por Jack Cardiff, premie a uno de estos filmes con la Luna de Valencia. Principalmente porque el nivel de calidad del certamen este año ha sido superior al de anteriores ediciones.

Ayer se sumaron dos películas al pelotón de favoritos. La argentina Sólo por hoy, de Ariel Rotter, relata las aventuras y desventuras de cinco jóvenes en la ciudad de Buenos Aires por medio de una estructura muy fragmentada que permite a los personajes mostrar su mundo interior. Rotter ha apostado por una película coral que mezcla, como en todo collage, momentos brillantes con apuntes visuales que la hacen perder ritmo narrativo. Así, por ejemplo, el filme está salpicado por pequeños clips que recurren a la estética de los anuncios televisivos más vanguardistas pero que, en el conjunto de la cinta, parecen un pretencioso intento por configurar un estilo cinematográfico que no está suficientemente trabajado.

La última película en entrar en competición fue la islandesa 101 Reykjavik, de Baltasar Kormákur, que había despertado cierto interés por la presencia en el reparto de Victoria Abril. Y, aunque la actriz española demuestra una vez más su camaleónica capacidad para interpretar los más diversos papeles, 101 Reykjavik tiene mejores intenciones que resultados. La historia es sumamente atractiva: la vida de un joven desocupado y holgazán que tiene la asombrosa facilidad de meterse en un lío cada vez que mantiene relaciones sexuales. Pero su plasmación en la pantalla flaquea debido a la indecisión de Kormákur en decantarse por alguna de las múltiples opciones que se le plantean. De manera que la cinta no acaba de funcionar ni como comedia sexual, ni como retrato de la aburrida vida en la capital islandesa ni como desencantada reflexión sobre el futuro.

Estos dos filmes completan una sección oficial que hoy conocerá la decisión del jurado internacional. Esta noche se entregará el premio al mejor filme de larga duración, dotado con tres millones de pesetas (18.030 euros), y La Luna de Valencia al mejor cortometraje, cuyo monto económico es de un millón de pesetas (6.010 euros), al que optan 80 cortos de 37 países. La gala de clausura se cerrará con la proyección de la película alemana Tuvalu, primer largometraje del premiado cortometrajista Veit Helmer.

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