Absueltos dos policías de la detención ilegal de un inmigrante

La Sección Quinta de la Audiencia de Barcelona ha absuelto por falta de pruebas a dos policías nacionales acusados de la detención ilegal de un inmigrante, así como de un delito contra la integridad moral y una falta de lesiones. La sentencia contiene el voto particular de un magistrado, que ocupa 33 folios, en el que considera que los agentes deberían haber sido condenados a penas de 3 años y 9 meses de cárcel e inhabilitación absoluta durante 10 años. La organización SOS Racismo, que asesoró a la supuesta víctima desde que se produjeron los hechos, ha anunciado que recurrirá contra la sentencia ante el Tribunal Supremo.

El caso arranca del mes de enero de 1997, cuando A. A. M. conducía solo su vehículo y se cruzó con otro en dirección contraria. Según la versión de la supuesta víctima, tanto él como los dos ocupantes del otro vehículo salieron de sus coches y uno de ellos cogió a A. A. M. por la chaqueta diciendo que era policía. Después se sumaron otras dos personas del mismo vehículo, que empezaron a agredirlo hasta que un testigo avisó a la policía y aparecieron tres coches de este cuerpo. Según A. A. M., uno de los policías que llegaron en esos coches se sumó a la agresión.

Los policías y el hombre se cruzaron sendas denuncias en el juzgado. A. A. M. fue acusado por el fiscal de resistencia, desobediencia, daños y lesiones, pero al final retiró casi todos los cargos y fue absuelto en julio de 1998 por el Juzgado de lo Penal número 22 de Barcelona, en una sentencia en la que se cuestionaba la actuación policial.

Ahora la Audiencia de Barcelona, que es el tribunal que juzga a los integrantes de los cuerpos policiales, también ha absuelto a los agentes al considerar que no se han podido probar los hechos denunciados.

SOS Racismo denunció ayer los hechos y consideró que son un ejemplo de la 'falta de contundencia judicial ante las agresiones policiales'. Esta organización censura igualmente que la fiscalía nunca llegase a acusar de lesiones a los policías, lo que provoca 'la indefensión total de las víctimas del racismo'.