Directamente a Bilbao
Casi todos traen en su ligero equipaje un teléfono móvil. El mensaje corre de boca en boca: Bilbao es el destino. Así lo explica Carlos Sagardoy, director del centro de Loiu, uno de los que mejor conoce a los menores inmigrantes que llegan a Vizcaya con la intención de hacerse con documentación y tener un trabajo lo antes posible. 'Bilbao se ha convertido desde hace un año en el punto principal del circuito. Todos viajan directamente a la capital vizcaína'.
En Guipúzcoa y Álava la presencia es muy desigual. En el primer caso, los ingresos han pasado de dos en 1996 a 85 en el pasado año. La Diputación habilitó en 1997 una miniresidencia para este colectivo, atendida por la Cruz Roja. El pasado año, un convenio entre el Gobierno vasco y la entidad propició un nuevo servicio.
En Álava, la afluencia de menores extranjeros sin acompañamiento es escasa y casi siempre de paso. El pasado año, los servicios sociales forales atendieron a cinco jóvenes. La Diputación dispone de un centro para este tipo de menores. 'Todo el problema se deriva a Vizcaya', se queja un responsable de la Diputación de este territorio.
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