Un incendio aísla Cadaqués 9 horas y arrasa 1.200 hectáreas de monte

La carretera de acceso al municipio permaneció cortada hasta las ocho de la tarde y fueron desalojadas unas 40 casas de las afueras del pueblo, así como el polígono industrial. Estos vecinos pudieron volver anoche a sus casas, pero otro frente forzó a 140 personas a abandonar sus viviendas. Hubo momentos de pánico cuando los bomberos de la Generalitat tuvieron que evacuar de una casa cercada por las llamas a cinco niños y dos adultos, según informó el director de Emergencias del Gobierno catalán, Josep Maria Padrosa.

Anoche las llamas habían arrasado unas 1.200 hectáreas de arbustos y matojos, en una zona próxima al parque natural del cabo de Creus, que ya ardió en agosto pasado.

Unos 25 camiones de bomberos, apoyados por agentes rurales y Mossos d'Esquadra, dedicaron sus esfuerzos a evitar que las llamas, que se extendieron en diversos frentes, pudieran afectar a alguna vivienda. A lo largo de la tarde, y ante las dificultades para sofocar el fuego, se incorporaron a las tareas de extinción otros 20 camiones. Gran parte de estos efectivos se concentraron en el control de las llamas en la carretera que une Cadaqués con Port Lligat. Un helicóptero de mando, otros dos de extinción y dos hidroaviones permanecieron alerta en sus bases, pero no pudieron despegar.

El fuego se inició a 1,5 kilómetros del núcleo urbano de Cadaqués y afectó principalmente al territorio delimitado por la carretera GI-614 y el pico de El Pení, aunque también prendió hacia el otro lado de la carretera. La enorme y densa columna de humo que originó el incendio era visible desde gran parte de la costa ampurdanesa. La humareda, impulsada por el viento, se adentraba en el mar formando un enorme nubarrón y llegando incluso a borrar la línea del horizonte.

La extinción del incendio dependía anoche de que amainase el viento, algo que las previsiones meteorológicas situaban en el mediodía de hoy. El alcalde de Cadaqués, Ángel Baró, de CiU, anticipaba la sospecha de que el fuego podía ser provocado por una colilla mal apagada.

Incendios como el ocurrido ayer en Cadaqués son habituales en las zonas costeras del Alt Empordà, cuando coinciden altas temperaturas y fuertes vientos del norte. Los nombres de algunos accidentes geográficos de la zona, tales como La Socarrada o Muntanya Negra, dan cuenta de un pasado de incendios muy presente entre la población.