La familia de Pablo Ibar comienza a recaudar fondos para lograr un nuevo juicio en Florida

La familia de Pablo Ibar, sobrino del boxeador Urtain que se encuentra condenado a muerte en Florida, han iniciado la recogida de fondos para sufragar la contratación de un abogado que permita reabrir su caso y que se celebre un nuevo juicio. Los allegados de Ibar estiman que necesitarán unos 180 millones de pesetas para pagar una defensa preparada que sea capaz de sacar al recluso del corredor de la muerte. Por ello, han comenzado una campaña de recogida de fondos remitiendo cartas empresas e instituciones en las que solicitan aportaciones que pueden ser ingresadas en las cuentas abiertas en la Kutxa, en Caja Laboral Popular y en el BBVA, a nombre de Cándido Ibar Aspiazu, padre de Pablo.

El reciente juicio celebrado en Florida en el que Joaquín José Martínez fue declarado inocente tras haber estado condenado a muerte en un primer juicio rodeado de irregularidades, ha aumentado la esperanza de la familia de Pablo Ibar que, incluso, estudia la posibilidad de contratar al mismo abogado. Pablo Ibar, de 29 años, está condenado a muerte por un triple crimen que ocurrió en 1994. Desde entonces se encuentra en prisión y ha sido sometido a dos juicios. El primero fue declarado nulo y en el segundo, celebrado en agosto del pasado año, fue sentenciado a la pena de muerte.

La familia de Pablo Ibar ha recurrido también a Internet para denunciar las irregularidades que se han registrado en este caso y que han conducido a la condena con la pena máxima para el sobrino de Urtain. En la página www.pabloibar.com se exponen los antecedentes del caso.

El condenado ha negado siempre su participación en el crimen y ha rechazado las ofertas de la fiscalía de una pena menor a cambio de confesarse culpable. La que hoy se su mujer, Tanya, declaró que se encontraba con Pablo la noche en que ocurrieron los hechos. Además, se indica que hay una ausencia total de pruebas materiales que impliquen a Ibar en el triple crimen.

La principal prueba es una imagen de mala calidad extraída de la grabación del crimen y que la familia considera que fue manipulada para que se encuentre parecido entre el asesino y Pablo Ibar. El fiscal del caso, que durante el juicio utilizó insistentemente esta imagen para convencer al jurado de la culpabilidad de Pablo, en declaraciones a Euskal Telebista reconoció que él no hubiera sido capaz de reconocer a Pablo por dicha imagen.

La esperanza de la familia reside en que se pueda conseguir la celebración de otro juicio en el que un nuevo jurado declare no culpable a Ibar, tal y como pasó con Joaquín José Martínez, por falta de pruebas. Todo pasa por lograr fondos para conseguir un abogado defensor de prestigio.