Las instituciones aprecian una mejora en la calidad del agua de los embalses del Zadorra tras frenar la contaminación
Los últimos análisis realizados por la comisión encargada de la protección de los embalses del sistema Zadorra muestran que la calidad del agua ha mejorado y que se ha frenado la contaminación. El director de Salud Pública del Departamento de Sanidad y portavoz de la comisión, Luis González de Galdeano, señaló que las medidas de protección adoptadas en los últimos años han permitido parar el aporte de 'nutrientes indeseables' a las aguas del pantano.
El comité directivo de este grupo de trabajo (que se reúne dos veces al año y en el que participan el Gobierno vasco, la Diputación alavesa, el Consorcio de Aguas de Bilbao y la Confederación Hidrográfica del Ebro, entre otros) decidió ayer, tras conocer los resultados, intensificar las restricciones al uso de los pantanos por parte de los agricultores, ganaderos y para las embarcaciones de ocio.
Los embalses de Ullibarri-Gamboa y de Urrunaga constituyen un recurso hidráulico sin alternativa para satisfacer la demanda de agua de Vitoria, Bilbao y las localidades vizcaínas más pobladas. De este agua beben más de 900.000 personas (el 43% de la población vasca).
La comisión también analizó las condiciones para el baño en el parque de Landa, una de las zonas de esparcimiento de los pantanos. A día de hoy, el agua es calificada como apta para el baño, pero esto podría cambiar con el transcurso del verano, debido a varios vertidos de aguas residuales urbanas en el río Arlaban, que desemboca en las inmediaciones del parque.
La Diputación de Álava confirmó que las obras del sistema de tratamiento de estas aguas residuales no culminarán este verano. En cualquier caso, una vez que se solucione este problema siempre existirá una situación 'anómala' cuando se produzcan tormentas puntuales, que provocan que se remuevan sedimentos en el pantano y, por lo tanto, impiden el baño.
Por su parte, el Consorcio de Aguas de Bilbao anunció que el organismo al que representa dispone de un plan de emergencias que le permitiría abastecer de agua a la población bilbaína durante dos meses en caso de que se produjese un vertido contaminante a los embalses del Zadorra que impidiese su uso.
